– No tengo palabras para disculparme contigo. – lo abrazaba por detrás. Estaban recostados en un sillón.
– Ya te dije que no era necesario.
– Te traté como a un perro. – lo abrazó más fuerte. – cuando eres la persona más importante para mí. Es estúpido. – se hundió en su cuello, aspirando el aroma a vainilla. – no eres ningún malparido, ¿me oíste?
– Sí daddy.
– Y no tienes culpa de lo que pasó. Ninguna.
– Ok... – se aferró a los brazos del mayor.
– Cosita tierna... – le besó. – cosita tierna e inocente. – le pasó una pierna por encima de las suyas para empujarlo más cerca suyo. – cosita mía. – soltó un gruñido, pero era por lo cómodo que estaba.
– Te amo, daddy.
– Prometo no hacer nada para que dejes de sentir eso.
– Creo que jamás dejaría de sentirlo.
– ... Jamás le des tantas oportunidades a alguien de hacerte daño emocionalmente... Quiero que seas más fuerte.
– Pero solo hablo contigo, solo estoy contigo, y tú no me harías daño emocionalmente.
– Además de Flex. Y a lo segundo; claro que no... Terminó la hora de amor. – se sentó en el sillón.
– ¿Tan rápido?
– Ahh, ¿así que quieres más? – se le subió encima y comenzó a besarle por toda la cara.
– ¡Daddy! – chilló riéndose. – ¡basta daddy! ¡por favor!
– Pero si querías más amor. – lo inmovilizó tomándole de las muñecas mientras le seguía besando. – mmm⁓ – se detuvo al verle el cuello. – ... ¿te pongo hielo?
– Sería como la quinta vez. No gracias daddy.
– Está bien. – se levantó de una vez. – debo ir a comprar, espérame.
– Ya. Vuelve pronto.
– En menos de 30 minutos estaré dándote besitos de nuevo.
– Oki
– Adiós – se abrigó y salió. Mientras compraba, se encontró con Flex. – ¿estás en todas partes? ¿o me vigilas?
– Las dos. – sonrió.
– Eso es acoso y lo sabes.
– Oh vamos, solo me aseguro.
– ¿De qué? – susurró: – ¿de que no sea un psicópata?
– ... ¿Cómo lo sabes?
– No soy tonto, Flex. Me he dado cuenta de las cosas que hablas con Mike. Y te prometo que si le sigues metiendo ideas en la cabeza, hablaré con tu querido Muzi y le confesaré que... bueno, estás enamorado de mí. – dio media vuelta y miró hacia atrás. – tú decides; tu esposo, o mi relación con Mike. Que lo último te valga un comino. – se fue caminando.
– ¿¡Cómo lo--...?! – casi se tropieza. – ¿¡¿Cómo lo sabes?!?
– Yo nunca te he prestado tanta atención. Mike es tú única vía para verme, es tu excusa. – soltó una carcajada. – y por eso tampoco me vas a delatar. – siguió su camino.
– Trolli, no eres un psicópata... eres un sociópata. Puedes amar mucho a Mike, pero en el fondo eres lo que eres, y no lo puedes ocultar.
Por eso había estudiado psicología: Por Trolli.
⊱⋅ ──────────── ⋅⊰
– ¡Daddy!⁓ – le saltó al cuello. – llegaste, ¿me compraste dulces?– Mikel, pues... sí. – rebuscó en la bolsita. – pero si baby quiere dulce, deberá conseguirlo. Nada en la vida es fácil, cachorro.
– ¡Pero daddy! hum, ¿Qué quieres?
– Sabes bien lo que quiero. – se sentó en el sofá y comenzó a beber de una copa. Se recostó en el respaldo y se puso una mano cerca de su cremallera.
– Mi boca ahí, daddy.
– Exacto – suspiró. – y tu serás debidamente premiado. – agitó el dulce frente suyo.
– Oh, ya veo. – sonrió. – con gusto lo haré. – se agachó entre sus piernas. – ni siquiera necesito el dulce para hacértelo daddy, solo debías decirme.
– Jeje⁓, tu desempeño es incluso mejor así... Oh, no me mires de esa manera, siempre que lo chupas se siente bien. – rio por su cara enojada. – comienza o me lo comeré yo. – amenazó con sacar el dulce del envoltorio.
– ¡Nooo! – le desabrochó rápido el pantalón y comenzó su trabajo. – mgh⁓
– ¿Quieres leche además de dulce?
– Mhh⁓ – eso era un "sí".
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El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°
أدب الهواةJamás se enterarían de como consiguió un Baby boy, pero a nadie le importa, porque nadie sabe que lo hizo. Desde su adquisición, Mike siempre ha visto como su daddy toma vino siempre que no está la universidad. Lo hace todo el tiempo, sin embargo c...