El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°

#14

– Mmm⁓... – se estiró. – dormí como un tronco por todo lo que bebí, ugh... ¿Mike?

– ¿S-sí? – se notaba nervioso.

– ¿Estás despierto de hace mucho?

– No

– ... ¿Estás bien? ¿Qué hice mientras estaba ebrio?

– No mucho. Solo lo hicimos y luego... pues...

– ¿Qué hice después?

– T-tú fuiste a beber tu séptima copa.

– Ah, bueno. – se levantó. – no fue tan malo entonces.

– ...

– Vamos a desayunar. – le revolvió el pelo y le besó la frente.

   

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– Oh no, el timbre de nuevo. – gruñó Trolli.

– Me ocultaré, daddy.

– Ok – fue a abrir. – ¡Flex!

– Hola Trolli, ¿me dejas pasar?

– Yo... – vio su rostro alegre por verlo y se sintió un poco mal. – n-no lo siento.

– ¿¡Qué?! ¿por qué no? somos amigos.

– Agh, bueno. Pero solo por un ratito.

– Ya, uff, ¿Qué te sucede? – entró. – huele a vainilla, delicioso. 

– Sí, delicioso. – se sentó en el sofá. – me da gusto verte.

– Supe lo de Mark.

– ¿Y qué opinas?

– Que tú lo mataste.

– ... – se le fue el habla. La respiración se le cortó, pero intentó no ser tan expresivo.

– Es una broma.

– Ah... Jajaja⁓ Discúlpame, que tonto. – se pegó un largo suspiro. Tomó una copita de vino y bebió un sorbito para luego dejarla en la mesa. – ¿terminaste tus estudios de psicología?

– Casi – sonrió perspicaz. Parecía un poco curioso por la anterior reacción del azabache.

– Ya veo. – notó esa sonrisa y solo se quiso morir. Flex era muy listo, quizás, solo quizás, la había cagado. 

– ¿Qué opinabas de Mark?

Era OBVIO que quería ver como actuaba con eso.

– Era un buen chico... pero no era bueno sociabilizando, por eso siempre estaba tan solo. – actuó normal.

De repente se escuchó un ruido de platos chocar y caer, pero no romperse, esto era diferente. Seguro en su escondite (el mueble de los platos y vasos) Mike había pasado a traer algunos.

– ¿Qué fue eso? – preguntó el peliazul.

– No sé. – "espero que Mike esté bien", pensó.

– ¡Vamos a ver! – se levantó.

– ¡No e-espera! – lo sujetó de la muñeca.

– ¿Pasa algo?

– Sigamos hablando.

– Pero esos eran platos, te ayudaré a ordenarlos.

– No gracias, puedo solo.