#29

2.7K 235 80
                                    

– Mikel – llamó el azabache, mientras seguía abrazándolo por la espalda en el sillón.

– ¿Shi daddy?

– ¿Te duele?

– No, nada.

– ...

– Daddy estás muy tenso, tranquilo.

– ¿Estarías tranquilo si descubrieras que todo este tiempo me has estado haciendo daño? cuando creías que me estabas protegiendo.

– No... Pero ya te perdoné y no tengo heridas graves.

– ¿Dejabas que ocurriera solo porque te tenía amenazado? ¿no pensaste nunca en pedir ayuda?

– Yo te amo y pedir ayuda te hubiera puesto entre rejas. Lo que me hubiera llevado a un orfanato de nuevo. Aunque más guardé silencio por ti. No quiero que te encierren, daddy.

– Que lindo. – le besó la nuca. – oye y respóndeme algo, ¿Dónde iban los cuchillos? eso no lo recordé o se me olvidó.

– Los tirabas a la basura.

– ¿¡Qué?! ¿por qué no los limpiaba nada más?

– No lo sé, Flex cree que igual estabas borracho entonces simplemente los botabas a lo tonto. Aunque él igual dice que los sociópatas o psicópatas piensan de manera diferente así que quizás eso también influía.

– Mmm, quién sabe. – hundió su rostro más en el cuello del menor y lo apretujó en sus brazos. – extrañaré tu aroma...

– ¿Cuándo te vas?

– Pasado mañana.

– ¿¡Qué?! no...

– Tengo que hacerlo, o te seguiré haciendo daño sin darme cuenta y después me convertiré en algo peor. Mis tíos de milagro aceptaron cuidarte. Estuve hablando como 1 hora con ellos sobre esto y sobre ti. Piensa que llevas años conmigo y ellos ni sabían.

– Tampoco es que te vengan a visitar seguido como para darse cuenta.

– Es que... mi tía me tiene mucho miedo. No quiere hacerme sentir mal pero es así y la entiendo.

– ¿Y tú? ¿te tienes miedo, daddy?

– ... A lo único que le temo en este mundo es a mí mismo.



⊱⋅ ──────────── ⋅⊰

      
– ... – Muzi sentía la soledad de la habitación. Estaba acostado en su cama matrimonial que tenía con el peliazul. – con razón no me dejaste hacerte hijos... – susurró, casi inaudiblemente.

– Duerme, piensas demasiado.

– ¿Y cómo no voy a pensar? – se dio vuelta, mirando a la pared.

– Creo que mi presencia te impide dormir. Iré a otro lado. – se levantó.

– ¿Qué? ¿a dónde? si no hay más camas.

– Al sillón. – partió caminando a la sala de estar.

– ¡Pero hace frío allá! – fue ignorado por completo. – agh⁓

De repente le llegó el agradable aroma a bayas dulces del peliazul. Notó que era del lugar donde se había acostado en el colchón. No se resistió y se acurrucó encima, sintiendo aún el calorcito que había quedado. Intentó dormir pero no podía dejar de pensar. Se levantó de la cama a regañadientes y fue a la sala de estar solo para encontrarse al menor durmiendo destapado sobre un sillón.

– Serás tonto. – le regañó, para luego ir a buscar una frazada y ponérsela encima. Lo arropó y resistió con éxito el impulso de besarle. 



Por la mañana

         
– Mmm... – un rayo de sol le llegó directo al rostro y le hizo despertar. Se impresionó al notar que estaba todo arropado como si fuera un bebé en su cuna. – Muzi – susurró con una pequeña sonrisita. Sintió un ruido en la cocina y un exquisito olor a tocino.

Cuando se iba a levantar vio al mayor asomarse por la puerta de la cocina.

– Ah, despertaste. – le llevó una bandejita con comida. – hice el desayuno.

– ... ¿Por qué sigues haciendo esto? deberías estar enojadísimo conmigo.

– Y lo estoy. Pero no por estar enojado no te voy a tapar si sientes frío o me voy a hacer el desayuno y te voy a ignorar por completo.

– ¿P-pero si estás enojado por qué me sigues tratando tan bien? no lo entiendo...

– Porque no todos somos sociópatas, querido. Porque no todos somos capaces de "odiar" realmente y porque te amo. 

El peliazul se tomó unos segundos para responder.

– Te mereces a alguien mejor. 

– Yo creía que tenía al mejor, y sigo creyendo que es el mejor...

– No, no, Muzi no te hagas esto por favor. Olvídame, ódiame, pero no me sigas amando y protegiendo porque te harás daño.

– Pero si te casaste conmigo para que te protegiera, porque sabías que aún en este estado te cuidaría con mi vida. ¿Crees que no me di cuenta?

– ... En ese tiempo yo seguía medio traumado por lo de Trolli, solo quería sentirme a salvo y tú me diste eso. Lamento que esto haya terminado así, en verdad lo hago.

– ¿No me quieres?

– Claro que te quiero, pero sabes que no más que eso.

– Creo que me va a dar algo si seguimos así... 

– No exageres.

– ...


Pero Muzi no exageraba
💔

El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora