– Si sigues alegando y mirando de esa manera cuando bebo haré que te arrepientas un día.
– Daddy no digas eso. – lloriqueó. – dijiste que no podías enojarte tanto conmigo si te cuidaba.
– No enojarme "tanto", ¿entiendes lo que quiero decir?
– Shi
– Bueno, entonces no seas tan persistente. – bebió un sorbo de vino.
– ... – en un impulso de frustración, le arrebató la copa.
– ¡¿Que crees que haces?! – se la quitó de las manos. – uff⁓ se me manchó un poco la ropa.
– Lo siento daddy.
– Mhp – gruñó de mala gana.
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
– Daddy ¿Por qué llegaste más tarde esta vez?– Uh⁓... – tenía el primer botón de arriba de la camisa abierto. – por nada.
– ¿Y por qué está así tu camisa? – se acercó.
– P-por nada. – parecía nervioso.
– ¿Seguro?
– Sí
– Oki – sonrió. – quiero mi hora de caricias.
– Déjame poner mi mochila en una silla. – la colgó. – ven baby. – lo tomó en brazos y fue a acostarse al sillón. Sintió como el menor se acurrucaba en su pecho. Le besó la cabeza y le puso una mano en el muslo.
– Mmm⁓ – aspiró ese aroma a mar y arena. Pero se le mezcló con otro. – ... ¿Qué huele así, daddy?
– ¿A qué te refieres?
– Huele como a... maquillaje.
– Ah, no lo sé. – se hizo el distraído.
– ¿Daddy puedo abrirte la camisa?
– S-sí
– Gracias daddy. – comenzó a desabotonarla. Se quedó en shock con lo que vio. – ¿Q-Qué...? daddy, ¿Por qué tienes besos en... todas partes?
– Por nada.
– ¿Cómo que por nada? – le picaban los ojos. – son labiales de distintos colores. – unos eran morados, otros rojo fuerte, rosados, negros, carmesís, otros simplemente eran brillitos...
– Pff⁓, ignóralos. – le besó.
El castaño no sabía bien cómo reaccionar.
– P-pero... pero eso... – soltó unas lágrimas.
– Mikel... – ahora se sentía culpable.
– Perdón daddy, tú puedes hacer lo que quieras. – se secó las lágrimas.
– Oh vamos, ¿en verdad crees que te andaría engañando por ahí? – se levantó con suavidad y fue a por una bolsita en su mochila. Se la enseñó. – aquí están los labiales que ocupé para pintarme los besos. Los difuminé con el dedo para darles un aspecto más real. También te compré brillitos y humectantes para labios.
– Daddy – rompió en llanto. – me asusté. Mucho.
– ¿Y cómo eso de "tú puedes hacer lo que quieras"? jamás dejes que alguien te rompa el corazón, cachorro. – se sentó en el sillón nuevamente. – solo fue una venganza porque me llevas molestando un tiempo con eso de beber. Perdón si fui muy lejos. – le besó la mejilla. – ya no te haré más bromas así.
– Está bien. – tomó un labial de brillitos. Se puso uno para probar. – mm⁓ ¿daddy te puedo besar?
– Claro, pero primero... – se fue a limpiar el labial con una servilleta y regresó. – ahora bésame donde quieras. – se recostó para que luego el menor se subiera sobre él y le comenzara a besar el pecho y abdomen.
– Tu piel es muy cálida daddy. – besó un pectoral.
– Y tus labios se sienten fríos y húmedos. – suspiró de satisfacción.
Mike siguió besando hasta que tuvo la mayor parte de su piel marcada con brillitos. Luego de eso unas caricias en la espalda le hicieron relajarse y lentamente dormirse sobre la piel del azabache.
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El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°
FanfictionJamás se enterarían de como consiguió un Baby boy, pero a nadie le importa, porque nadie sabe que lo hizo. Desde su adquisición, Mike siempre ha visto como su daddy toma vino siempre que no está la universidad. Lo hace todo el tiempo, sin embargo c...