Capítulo 29

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Narra Eva

Hugo: Amor, se que estás despierta.

Se acercó a mí lado de la cama y me acarició suave la mejilla.

Eva: Que

Le respondí levantando la cabeza con lágrimas en los ojos.

Hugo: Qué te pasa mi vida?

Eva: He escuchado la conversación con tu madre, lo siento no quería.

Hugo: No importa pero tranquila, nosotros vamos a nuestro ritmo, no hemos tenido tiempo para nosotros y todo está reciente Eva, esto no es fácil y tú no estás bien, lo sabes.

Eva: Es que Hugo...

Me derrumbé, pero como siempre ya estaba el para calmarme, consolarme y escucharme.

Hugo: Desahógate, todo estará bien siempre que estemos juntos.

No paré de llorar durante media hora y por qué? Pues todavía no lo sé.

Eva: Hugo, lo siento no debo de ponerme así, estoy bien.

Hugo: Eva, no pasa nada.

Eva: Es que de verdad, no estoy bien, quiero darte lo mejor, lo que te mereces y no puedo. Tu madre está deseando ser abuela y todavía no hemos podido, nos vamos a casar y no sé es... todo, no sé explicarlo y me agobia.

Hugo: Cariño, no te preocupes por mí ni por mí madre ni por nadie que no seas tú ahora. No hagas caso a lo que digan céntrate en lo que nosotros queremos o vamos a hacer, por favor. Cuídate y céntrate en ti por una vez en tu vida.

Eva: Hugo, te quiero.

Hugo: Y yo amor, vamos a dormir, ven no te despegues de mi que necesito tu apego.

Dormimos así, después de hablar mientras lloraba a lágrima viva aunque después de calmarme dormí con una sonrisa al haberme desahogado con la persona indicada.

...............................

Unos besos me despertaron por la mañana.

Hugo: Cariño, despierta.

Me hice la remolona, sabía que sería la hora de despertar pero me gustaba tanto ese momento por parte de él que lo echaba de menos y lo alargué un rato más.

Hugo: Mi vida por favor despierta que no llegamos.

Me hizo cosquillas porque sabía que estaba despierta, y no pude evitar reírme a carcajadas.

Hugo: Con que estabas despierta eh?

Eva: Pues sí.

Le enseñé un puchero con mi boca, sonrió y me besó.

Hugo: Como ha dormido la niña.

Eva: Muy bien, ahora dejémonos de noñerías y vamos a vestirnos que llegamos tarde.

Hugo: Son las seis, tenemos media hora.

Terminamos de vestirnos, cogimos las maletas y despidiéndonos de nuestra familia nos fuimos, el desayuno lo tomábamos en el avión a si que todo perfecto.

Todo el viaje estuve pensando en lo que me dijo Hugo y creo que tiene razón.

Voy a centrarme más en mí, en él y dejar que la gente diga lo que quiera que yo viviré mi realidad.

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Laura :)

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