12.- Agridulce

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Travis

La voz de Jane retumba en mis oídos como seda.

Tenerla encima de mí no era el plan, pero maldición, no me quejo.

Está completamente desnuda sobre mí y yo estoy de la misma manera debajo de ella. Nunca imagine que estuviéramos en esta posición. Nunca imaginé que esas palabras dejaran su boca, pero lo hicieron. Quiere tener sexo conmigo y no sólo eso, quiere aprender a complacerme.

Mierda, eso hace que casi me venga.

Pero lo que no se da cuenta es que no quiero que aprenda a complacerme. Ella ya lo hace. Solo con verla estoy complacido. ¿No entiende que su placer es mío?

—Te gusto —le digo, afirmando lo obvio.

Ella mueve sus caderas sobre mí, nuestras intimidades rozandose.

Aún no se como sigo con vida.

—Lo haces —susurra y me da un beso corto—. Me gustas.

Su confesión hace que mi corazón quiera salir de mi pecho. Esto va mucho más allá de lo que alguna vez imaginé. Y por un momento, olvido que estamos teniendo esta conversación desnudos y con ganas de follar. Olvido que Jane me mira con deseo y yo la miro con amor. Esto es mucho más de lo que pensé que podría lograr, y tomaré cada maldita migaja que me de.

He esperado este momento durante años. Tal vez suene algo muy patético y exagerado, pero haré todo lo que Jane quiera con tal de que me vea como un hombre y no solamente como su mejor amigo.

No me malinterpreten, soy amigo de Jane porque realmente la quiero y me agrada, antes de admitir al fin mis sentimientos por ella, jamás tuve la más mínima intención de hacer un movimiento o de abusar me de su amabilidad, sin embargo, me era imposible para mí no enamorarme de ella. ¿Acaso es tan difícil de creer? Jane, a parte de ser la chica más hermosa que he conocido, es una increíble y hermosa persona; y tomaré cada mínima cosa que quiera darme.

Aún así me use solo para sexo, no me quejaré.

Sé que mi corazón está en riesgo porque ella no me ama de la misma manera que yo la amo, pero estoy dispuesto a tomar el riesgo.

Tampoco me parece una mala idea, soy un chico después de todo y tal vez esto también sea bueno para mí. No he tenido sexo en un año, desde que Jane y yo nos acercamos todavía más, desde que a Jane le pasó lo que sea que la cambió. Así que también es bueno para mí. Aprenderé a satisfacerla.

Mis manos tocan su trasero y ella jadea, cerrando los ojos mientras le aprieto contra mí. Puede que no haya follado en un año, pero mi tiempo de jugador me hizo aprender cosas, y las usaré a todas para torturar a Jane.

—¿Tienes idea de lo que estas haciendo? —pregunto, tomo un mechón de su cabello y lo coloco detrás de su oreja—. ¿En lo que te estás metiendo, Jane? Si vamos a hacer esto, quiero que estés completamente segura.

Ella me mira, sorprendida por mis palabras. ¿Qué esperaba? ¿Que la atacara e hiciera con ella lo que sea, sin siquiera preocuparme de su decisión?

Pero ella me responde, tomando mi mano y colocándola directamente en su entrepierna. Sus ojos nunca dejan los míos mientras toma mi miembro y empieza a mover su mano de arriba a abajo. Empiezo a mover mis dedos en círculos en su punto sensible y ella jadea.

—Estoy segura… oh, por Dios —gime—. Quiero hacer esto contigo, Travis.

Ni bien termina de hablar, la ataco y empiezo a besarla. Su lengua se adentra en mi boca, tomando la iniciativa como siempre. Muevo mis dedos de manera veloz sobre ella, acariciando su punto de nervios y ella gime en mis labios mientras aprieta más su mano.

Mi Mejor Amigo (AD #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora