68.- Jake

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Travis

Compré el anillo la semana pasada con la ayuda de su madre, incluso de Kylie, para elegir el que sea perfecto para Jane, el perfecto para ambos.

Fuimos a una de esas joyerías caras, y yo no siquiera sabía que elegir, o si los dedos se clasificaban por números. Lo único que sabía era que quería un anillo de compromiso y que Jane tenía las manos bonitas y delgadas. Nada más.

Pero Kylie y su madre sí que sabían todo eso.

—Creo que es el número cinco —su madre había dicho a la encargada del lugar, con una sonrisa.

Bueno, creo que a Jane le gustará este diamante, es hermoso —dijo Kylie mientras veía el anillo que elegí para Jane.

Su madre asintió efusivamente, mirando aquel enorme diamante en el anillo de oro blanco.

La verdad es que no me importará si el diamante era enorme o no, si era de verdad o no, y sé que a Jane tampoco. Solo quiero casarme con ella.

Jamás había querido algo tanto como esto.

Según su madre, lo compré para pedirle matrimonio en algunos meses a Jane cuando estemos en la universidad, pero no pude resistirme. No pude esperar ni un solo día más.

Tiene que ser hoy.

Tal vez, si Jane dice que sí, Christy me mate por pedirle matrimonio a su hija a penas ha cumplido los dieciocho, y aún cuando nos faltan cuatro meses por graduarnos. Somos aún niños, aún somos demasiado jóvenes para pensar en el futuro y la vida que queremos formar, pero sé que jamás voy a querer algo tanto como esto. Que me arrepentiré toda la vida por no haberle preguntado este día.

Y yo quiero vivir sin arrepentimientos.

La amo, sé que es la persona con la que quiero compartir el resto de mi vida.

Cada maldita mañana de mi existencia, quiero vivirlo junto a ella.

Espero su respuesta pacientemente, mirándola con atención a cada mínima cosa que hace. Tomo su rostro con ambas manos, limpiando las lágrimas en sus mejillas, que no dejan de salir, con mis pulgares.

Estoy nervioso, ansioso, pero intento no dejarlo ver. Solo espero… su respuesta.

Preferiblemente que sea afirmativa.

—¿Tú… quieres casarte conmigo? —pregunta, como si no pudiera creer lo que está pasando.

Yo tampoco puedo creerlo.

Sonrío suavemente.

—Yo te lo pregunté primero.

Sus ojos se llenan más de lágrimas y suelto su rostro para tomar las manos que están posadas en mis hombros, sosteniéndose. Las coloco en mi corazón, que late extremadamente rápido y las sostengo con las mías. Jane llora en silencio, no obstante, sus ojos brillan con mucha ilusión, dándome un atisbo de esperanza.

—Travis… —vuelve a murmurar, una lágrima recorriendo el camino de su mejilla y perdiéndose en su boca, en sus labios color carmesí.

—Eres el amor de mi vida.

Ella solloza e intento tragar el nudo en mi garganta.

—Y tú el mío —su voz suena muy ronca, y mis ojos se cristalizan mientras respiro profundo.

—Cásate conmigo, Jane… —susurro, mirando fijamente a sus ojos—. Por favor…

Ella toma mi rostro con sus pequeñas manos y me limpia por debajo de los ojos, sonriendo entre sus lágrimas, mirándome con nada menos que amor.

Mi Mejor Amigo (AD #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora