19.- Cementerio

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Jane

Guardo la comida de Travis de manera organizada dentro de mi mochila con bastante cuidado. Mariano empieza a maullar cuando ve que guardo la carne dentro de otro toper y no le doy un poco como usualmente lo hago, pero ya Mariano esta muy gordo y no quiero seguir haciendo mas daño a su salud.

—Mariano, no —le digo cuando se pasa por mis piernas, maullando y rompiendome el corazón.

Un poco de carne no le hará daño.

»Bien, toma —tomo un pedazo y se lo coloco en su plato de comida, donde están sus croquetas que no las ha topado para nada.

El empieza a devorar la comida y yo me pongo de cuclillas para acariciarlo. En serio amo a mi gato, es tan tierno y tan bonito.

»Mi dulce Mariano, eres tan lindo, ¿verdad que eres lindo? —le digo con adoración.

—¿A donde vas? —pregunta mamá, luciendo pálida mientras entra a la cocina y abre la nevera. Toma una botella de jugo y se sirve en un vaso.

Me incorporo y me acerco a ella.

—A casa de Travis, le llevaré algo de comida.

—Está bien —mamá toma algo de su jugo, y ni bien traga, tiene una arcada y que la hace cubrirse la boca con su mano.

—¿Estás bien? —le pregunto, preocupada.

—Sí, es solo que he tenido muchas náuseas por este bebé —dice—. Es normal. Aunque cuando estaba embarazada de ti, no tuve ninguno de estos síntomas. Es raro para mí.

—Pues… espero que te sientas mejor —digo y tomo mi mochila, dispuesta a salir de la cocina cuando mi madre habla de nuevo:

—Jane… mañana tendremos el primer eco —me tenso, pero espero que ella no lo note—. Me gustaría que estés ahí. En serio quiero que asistas.

—¿Es necesario? —pregunto.

Mamá asiente.

—Lo es. Además… a Bruce y a mí nos encantaría hablar contigo.

Asiento lentamente.

—Está bien, ahí estaré.

No me pasa desapercibida la sorpresa en el rostro de mi madre, y la sonrisa esperanzadora que me da. Me despido de ella con la mano y le doy un beso en la cabeza a Mariano, quien sigue comiendo, antes de salir de mi casa.

No sé conducir, asi que tomo un taxi y aprovecho el espacio solitario para pensar. Tal vez la idea de mamá casándose y teniendo otro hijo no me encanta, pero tengo que respetarla. Es mi madre y está llevando a mi hermano en su vientre, y se ve tan feliz… debo estar feliz por ella también.

Siempre hemos sido ella y yo, las dos solamente. El cerdo de mi padre quien nos abandonó cuando tenía cinco años nunca ha estado en el cuadro y me siento bien con eso. Nunca lo necesité, siempre tuve a mamá quien trabajó muy duro para siempre darme lo mejor. Sin ayuda de nadie más, nunca a me hizo faltar nada. A pesar de que era una madre adolescente, que estudiaba y trabajaba mientras yo estaba en la primaria y me daba la mejor educación que podía, siempre me dio lo mejor. No mentiré, tenemos una vida acomodada ahora, nos podemos permitir cualquier cosa que querríamos, pero eso es gracias a mamá. Nunca a necesité un padre, sólo la necesité a ella.

Y ahí es donde entra Bruce. Es un buen tipo que ama a mamá con toda su alma y mamá lo ama a él. Es carismático y una persona realmente buena. Pero no me agrada y no es porque alguna vez nos haya faltado el respeto a mí o a mamá, si no porque actúa como mi jodido papá.

Mi Mejor Amigo (AD #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora