23.- Primera Cita

23.3K 1.3K 546
                                    

Jane

—No tengo nada que ponerme —me quejo con Travis, sosteniendo la toalla al rededor de mi cuerpo desnudo. Toalla que el mismo me puso para que no lo «seduzca» con mi cuerpo, a pesar de que no había intentado nada desde que salimos de la ducha. Bueno, si lo he intentado, pero no pensé que se iba a dar cuenta de mi intento de seducción.

—Si durmieras aquí más seguido, lo tendrías —me dice con una sonrisa pícara en sus labios.

—¿Y por dormir te refieres a…? —levanto una de mis cejas y me acerco a él.

Me envuelve rápidamente en un abrazo y descanso mi mejilla en su pecho mientras cierro los ojos, disfrutando el momento de felicidad que me recorre. Es como si no pudiéramos estar separados o alejados el uno del otro y necesitáramos estar juntos todo el tiempo. Ya hemos estado separados lo suficiente, y por más cliché o ridículo que parezca, lo estoy disfrutando mucho.

Y aunque tengo las hormonas a mil, estar en sus brazos es el mejor sentimiento del mundo.

Travis suspira y acaricia mi cabello húmedo. Me aprieta contra sí, como si fuera a escapar. Pero no quiero hacerlo, quiero estar aquí con el; se siente tan correcto, como si siempre hubiera pertenecido aquí. No quiero escapar, no quiero alejarme nunca más; y a pesar de que no sólo depende de mí, se que ambos queremos esto. Que ambos pondremos de parte para que esto funcione.

—¿Quieres salir conmigo? —me pregunta y lo abrazo un poco más fuerte.

—¿No se nota?

—Solo di si o no —bufa y rio.

—Obvio, menso —respondo con una sonrisa, a pesar de que el no puede verme.

—¿Hoy?

Me separo de él y lo miró fijamente, sin dejar de abrazarlo. El agacha la mirada, sus ojos verdes mirando directamente a los míos.

—¿Tan rápido quieres hacerlo oficial? ¿Que dirán sobre tu reputación?

—A la mierda mi reputación —se inclina y me da un pequeño beso—. Solo quiero estar contigo.

Siento a mi corazón calentarse por sus palabras dulces, así que me pongo de puntilla y uno mis labios con los suyos en un beso corto que lo hace suspirar. Tomo la iniciativa y uno mi lengua con la suya, un gemido ronco saliendo de él y calentando mi cuerpo. Si tan solo pudiera poner en contexto lo que siento con cada beso, pero me es imposible ponerlo en palabras. Solo se que lo amo, y que ahora estoy mas segura que nunca antes.

Tal vez la manera en que lo dije lo confundió al principio por mi forma tan dramática de decirlo, pero no cambiaría nada. Puede que hayamos estado desnudos bajo un chorro de agua caliente y recién despiertos, él con resaca y yo con mis ojos tan hinchados como papas por haber llorado toda la noche, pero fue jodidamente perfecto.

Él es perfecto y me ama, yo también lo hago.

Sé que los momentos de felicidad son relativos, que no duran para siempre y solo están presentes en un pequeño período de tiempo para poder ser apreciados, pero sinceramente no me importa mucho si este momento de felicidad con Travis durará para siempre, solo quiero disfrutarlo, vivirlo. Cada vez que estoy con Travis, cada vez que lo beso de esta manera, soy jodidamente feliz. Tan feliz que ni siquiera me da miedo si se va a Australia o no, porque sé que habrá una solución. Tiene que haber una.

Travis pone una mano detrás de mi nuca, sosteniendo mi cabeza en su lugar para profundizar el beso, sus dedos atravesando las hebras de mi cabello. Empieza a caminar hacia atrás y ambos caemos en la cama, yo sobre él y sosteniendo mi toalla con una de mis manos. Rompo el beso riendo.

Mi Mejor Amigo (AD #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora