65.- Fuerte

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Jane

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que llegué aquí, solo sé que me he quedado sin lágrimas para llorar, pero que la frustración e ira siguen muy presentes dentro de mí.

Miro hacia el paisaje frente a mí, sentada sobre la nieve, mi espalda pegada al tronco de un árbol mientras observo el los edificios y casas pequeñas levantándose sobre nuestra pequeña ciudad, luciendo aún más pequeños desde esta altura. Estoy en la misma montaña donde Travis me trajo para nuestra primera cita, observando el paisaje como lo hicimos ese día, la pequeña ciudad que consideré mi hogar y que ahora me está juzgando abiertamente.

Suspiro, sin siquiera importarme el frío en mi trasero, la verdad… es que me encuentro bloqueada.

No sé cómo sentirme, no sé qué hacer, lo único que hice fue escapar, y tampoco sé si hice lo correcto.

Mi peor pesadilla se convirtió en realidad. Pasé mucho tiempo intentando que nadie lo supiera, manteniéndolo alejado de todo el mundo, incluso de Travis, la única persona que confiaba con mis ojos cerrados. Y ahora… toda la maldita ciudad lo sabe. Todas las personas aquí me está juzgando.

Soy una idiota.

Es mi culpa.

Si tan solo no hubiera ido a esa fiesta…

Esos pensamientos se repiten en mi cabeza una y otra vez, sin poder controlarlos.

Mi teléfono vuelve a sonar y yo vuelvo a colgar sin siquiera ver el remitente, antes de apagarlo por fin. Ya perdí la cuenta de cuantas llamadas han entrado, y sinceramente no me apetece contestar ni siquiera para que estén seguros que estoy bien. Solo… quiero estar sola. Quiero pensar.

Me acomodo mejor, cerrando mis ojos por un momento, antes de abrirlos. Clavándome las uñas en las yemas de mis dedos. No aplico mucha presión, solo… quiero mantener mi ansiedad a raya.

No quiero hacerme daño, no quiero… retroceder, a pesar de todo lo que está pasando. Sin embargo, es difícil. Mierda, es muy difícil mantener mis pensamientos fríos.

Escucho pasos que se detienen a unos metros de mí y levanto la mirada, esperando ver a Travis.

Pero no es él.

Alejo mi mirada al ver una mata de pelo rojizo, mejillas sonrojadas y piel pálida. Kylie suspira con alivio cuando me ve, sin embargo, mi mirada sigue clavada en algún punto muerto en el paisaje.

Estoy demasiado alterada y no quiero ser grosera en este momento, no quiero arruinar las cosas y ponerlas tensas…

Solo quiero estar sola.

Pero me sorprende cuando se sienta a mi lado, la miro, sorprendida porque Kylie no es de las personas que se sientan en el suelo, o a las que les gusta ensuciarse. Ella hace una mueca al sentir el frío contra su trasero a través de su falda y mallas.

—Mierda, creo que se me congeló el trasero —se queja antes de acomodarse mejor.

Frunzo mi entrecejo, ¿Qué está haciendo aquí?

Así que se lo pregunto sin rodeos.

—Kylie, ¿Qué haces?

—Me siento —se retira su mochila y la coloca sobre sus piernas, está sentada en forma de indio.

—Me refiero a qué estás haciendo aquí.

Ella suspira y me mira fijamente.

—Te estuvimos buscando durante horas, Jane —murmura—. De hecho, me sorprende de que Travis no te haya encontrado ya —sonríe tristemente antes de mirar al frente, sus ojos brillando con tristeza, me doy cuenta que tiene lágrimas secas y sus ojos están hinchados por el llanto. También… tiene su labio roto—. Recordé que me dijiste que él te trajo aquí para su primera cita y que fue un lugar especial para ti, por eso… vine.

Mi Mejor Amigo (AD #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora