GYM 彡 yoonmin.

06.

Me salgo de bañar después de veinte minutos con solo una toalla en la cintura y mi cabello aún húmedo.

Mensajes:

Yoongi:
Estoy en camino.

Namjoon:
Sí, oye... tengo un problema.

Yoongi:
¿Por qué? ¿Están bien?

Namjoon:
Sí, pero Jin invitó al nuevo
vecino a escuchar nuestra
música.

Yoongi:
No hay problema, seguiré
siendo de los primeros.

Namjoon:
No lo entiendes Yoongi. El chico
es... chica(? Ay, no sé, Jin no
me explica bien qué es. El punto
es que es gay, ¿Crees poder soportarlo? ¿O quieres ser el
segundo es escuchar la canción?

Yoongi:
Demasiada información en
un solo texto, ¿Prefieres
tocar la canción para
aquel idiota primero
que a mí?

Namjoon:

A ver Yoongi. No lo llames idiota,el chico es genial. Lo conocí en la cena, debes darle una oportunidada la gente. Ven esta noche,por favor.

Visto 03:30

Tomo mi ropa y me cambio rápido para luego comer un poco de pasta y salir de casa. Iría en auto, pero la casa de Nam solo me queda a veinte minutos caminando, así que pienso que sería exagerado.

Mientras camino, no puedo evitar pensar en que los homosexuales cada vez están más en el planeta y en cuan mal vamos, ¿Que será del futuro de los niños y niñas? No pueden crecer pensando que eso es normal. Porque no lo es.

—¡Suga! —grita Jin cuando entro por la puerta de la casa.

—¿Si sabes que puedes tocar el timbre y yo te abriré? —pregunta Nam.

Yo me tiro en el sillón y niego con la cabeza.

—No es mi culpa que siempre tengas la puerta abierta.

—¡Te encantará la nueva canción! —grita Jin y en seguida escucho el sonido de la licuadora encendida.

—Joder, Jin —digo cuando no me escuchan.

—¡Gatos del mundo, bendigan este smoothie! —vuelve a gritar, levantando el envase hacia la ventana—. ¿Quieres un poco, Suga? —me pregunta con una sonrisa.

Asiento con la cabeza aunque en realidad no quiero. El licuado tiene color café y la verdad él siempre mezcla cosas raras.

—Vamos abajo —dice Nam.

Jin toma tres vasos con licuado y todos bajamos al sótano, donde veo todo preparado y un sillón en frente.

—Me gusta el logo —digo viendo el chaleco antibalas en el ordenador y el instrumento de Jin.

—Jin dijo que tenía que ser rosa, no me culpes.

Rosa.

—Deberíamos prepararnos, Jimin llegará en cualquier momento —aconseja Jin.

—¿Jimin? —pregunto—. Me suena familiar.

—Es el nuevo vecino, recién se inscribió a la escuela en la que enseñas —me informa cuando conecta el micrófono—. Pero no creemos que juegue básquetbol en absoluto —ríe un poco.

Santa mierda.

Corro arriba y me asomo por la ventana, viendo a Jimin cruzar la calle con unos jeans ajustados claros y una mochila rosa pastel.

—Me lleva la...

—¡Yoongi! —grita Jin a mis espaldas.

—¿¡Qué!? —grito, volteándome.

—Oye, tranquilo, ¿Que tienes?

Estaba por responder cuando el sonido del timbre suena y Nam camina a a puerta con una sonrisa en el rostro.

—¡Hey, Jimin! Pasa —dice una vez le abre la puerta—. ¿Ves, Yoongi? no tardo mucho en abrir la puerta.

El castaño entra tímido, tomando las correas de su mochila y balanceándose sobre sus talones.

—Tocaremos en el sótano, Jiminnie, ¿Quieres un poco de licuado?

Jimin ríe un poco y finalmente levanta la mirada, viendo a todos en la habitación hasta llegar a mí, donde instantáneamente borra su sonrisa.

—Eh... no quiero fastidiar —dice, volviendo su vista a Jin.

—Ni lo digas, pequeño. Ven, vamos.

Mueve la cabeza en dirección al sótano y Jimin pasa a un lado mío con la cabeza agachada y mordiéndose el labio. Inhalo profundo y aprieto los puños cuando veo a Nam mirarme con una sonrisa burlona.

—¿Es el mismo chico de la escuela?

Asiento con la cabeza.

—No, Nam, no aceptaré estar aquí con el.

—Basta, Yoongi. Me estoy hartando —quita su sonrisa y me mira enojado—. Me importa una mierda tu homofobia, es una persona.

—¿Siquiera lo conoces?

—¿Tú sí?

—No, y no quiero hacerlo. Está enfermo.

—¡Deja de hablar así!

—¡No quiero pelear!

—¡Pues lárgate, mierda! —grita, abriendo la puerta de un golpe.

—¿Qué?

—Que te vayas a la mierda, Yoongi —aprieta sus puños y se acerca a mí.

—¿En serio vas a preferir a ese niñato antes que a tu amigo de la infancia? —pregunto indignado.

—No, Yoongi. No es por Jimin, ¿Que acaso crees que no lastimas a Jin? Es mi mejor amigo, incluso sobrepasandote a ti. Es mi amigo al igual que tú, pero no dejaré que lo lastimes.

—A él no le estoy diciendo nada —respondo molesto.

—¿Que mierda, Yoongi? ¿Crees que no escucha nuestra conversación justo ahora? Sólo nos separan unas escaleras.

—Sabe que a él lo soporto.

—¡Pero no se trata de él! ¡Se trata de que no puedes querer a un gay y odiar a otro, suena racista!

Volteo atrás, viendo a Jimin y Jin observándome. Jin con decepción y Jimin con miedo y tristeza. Le dedico una sonrisa burlona a Jimin y luego me río un poco para pasar al lado de Nam, golpeándolo con el hombro para salir de la casa azotando la puerta.

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