31.

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—¡Puta madre, Yoongi!

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—¡Puta madre, Yoongi!

Namjoon no ha parado de gritarme desde la sala, pero yo me niego a levantarme del suelo del sótano. Hay una alfombra a un lado del sillón, pero me gusta más el piso frío.

—¡CÁ-LLA-TE! —grito y me retuerzo en el suelo.

—¡Tenemos que irnos, te vemos mañana!

Me quejo mientras cubro mis oídos y me hago bolita, esperando el sonido de la puerta cerrarse, pero sólo escucho pisadas de Nam bajar por las escaleras.

—Por cierto, es la una y media —dice con una sonrisa burlona.

Abro los ojos de golpe y me levanto para correr al baño.

—¡Puta madre! —grito mientras me quito la camisa sudada y el resto de mi ropa para meterme a bañar.

—¡Adiós! —gritan Jin y Nam mientras me lavo el cabello.

No me baño tan bien para quitarme el olor a alcohol, y no puedo ponerme loción, así que me pongo a hacer un poco de ejercicio para sudar una vez salgo del baño.

No es suficiente, incluso yo huelo el alcohol y el perfume de la chica con la que cogí anoche, pero me conformo y me pongo un poco de desodorante para luego salir sin maleta al auto, acelerando un poco para llegar a la escuela un minuto tarde.

—Joder, joder, joder... —murmuro mientras corro a la cancha.

Todos están sentados, algunos hablando entre sí mismos, otros, como Jimin y Donghae, besándose.

—¡Yoon! —exclamo inevitablemente cuando mete descaradamente su mano entre los muslos de Jimin.

Me provoca un escalofrío y la bilis me sube, miro a otro lado para quitar mis ganas de vomitar, esta vez, literalmente.

Donghae se despega bruscamente de Jimin, quién lo mira confundido.

—Veo que no sabe cumplir su palabra.

—Profesor, y-yo...

—Se quedará en la banca, servirá las bebidas —le digo mientras voy por el carrito de balones.

—¿¡Qué!? ¡No! P-Pero...

—De veinte vueltas a la cancha y luego limpie los balones de la bodega —ordeno, tomando un balón y lanzándoselo a Jeon—. Si reprocha estará fuera del equipo, su calificación bajará y se llevará dos días de suspensión.

Se levanta molesto, quitando bruscamente la mano de Jimin que estaba en su espalda. Mientras camina a la bodega Jimin sólo mira apenado al suelo, apretando sus manos entre sus muslos, evitando mirarme.

—Park, si no calma su calentura, le comento que todavía hay otros castigos en la cancha.

Ni siquiera me mira, se limita a asentir mientras aprieta sus puños y escucha la risa de los demás.

GYM 彡 yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora