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—¿¡Qué demonios!? —grita su padre en la puerta

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—¿¡Qué demonios!? —grita su padre en la puerta. El olor a alcohol llegó incluso antes de que abriera la boca, hasta puedo oler un poco de marihuana.

Tomo la mano de Jimin y sin pensarlo dos veces nos giro y comienzo a bajar los escalones deprisa con él a mi lado, escuchando maldiciones y pasos pesados detrás de nosotros. No pienso dejarlo aquí solo después de ver esa reacción.

—¡Eres una maldita vergüenza! ¡Te odio, asqueroso de mierda! —grita su padre cuando llegamos a la banqueta.

Quiero ignorarlo, pero escucho un sollozo de parte de Jimin. El dolor de sus comentarios repercute en mí.

Aprieto la mano de Jimin e intento que comience a correr hasta mi auto, pero entonces pasa. Corro esperando que Jimin me siga el paso, pero al sólo dar dos pasos, siento la mano de Jimin jalar en dirección contraria. Miro atrás y noto que Seung ha logrado tomar la camisa de Jimin, jalándolo hacia él con brusquedad.

Jimin suelta mi mano casi por instinto. Quiero gritarle, pero el único sonido que logro escuchar entonces no es el sonido de mi voz, sinó el impacto de la palma de Seung contra la mejilla de Jimin, provocando que él caiga al piso. Sin embargo Seung logra sostenerlo de la camisa antes de que caiga, sacudiendo su cuerpo con fuerza hasta que regreso para separarlos.

—¡No quiero volver a verte la cara aquí en mi puta vida! —grita su padre.

Tomo los brazos de Seung y lo empujo lo bastante fuerte para que la mezcla de empujón y ebriedad lo hagan caer. Giro y sostengo a Jimin por los hombros, parándome enfrente suyo. La zona donde Seung lo golpeó dejó una marca tan roja como sus ojos, los cuales retienen pesadas lágrimas. Su labio inferior tiembla tanto como sus manos y cuerpo entero. Quiero abrazarlo, pero siento unas manos en mi espalda, jalándome lejos de él.

Giro y no tengo tiempo de esquivar el puño de Seung. Me golpea la mejilla por lo que me tambaleo un poco, dando pasos torpes hacia atrás, sintiendo las manos de Jimin sostenerme. Seung no tiene mucha fuerza para ser tan robusto.

—¡Déjalo! —le grita Jimin con la voz quebrada.

—¡Nunca deseé tanto que no hubieras nacido como lo estoy haciendo hoy! —y entonces la ira me consume, dejo que el odio tome el control.

Sin importarme los futuros problemas tomo impulso y corro contra él, rodeando su abdomen con mis brazos y empujándolo, haciéndonos caer casi en medio de la calle.

No puedo creer que Jimin tiene que soportar esta mierda diariamente por gente tan estúpida como él o yo. Su padre me provoca grima y asco, ni siquiera pienso en lo que hago, sólo quiero sacar todo mi odio contra alguien que lo merezca, como él, como yo.

—¡Yoongi! —escucho el grito de Nam, quien seguramente ha salido por los gritos.

Ignoro el grito y mi puño impacta contra la cara de Seung con toda la fuerza e ira que tengo acumulada en el cuerpo. Un dolor recorre todo mi brazo ante el puñetazo, pero no me detengo y vuelvo a golpearlo, una y otra vez hasta que Seung logra mover su cabeza para el cuarto puñetazo, y mi mano da contra el cemento.

Grito aunque en el momento no siento tanto dolor gracias a la adrenalina. Seung toma ventaja y me golpea en el rostro. A lo lejos, escucho gritos combinados entre Jimin, Nam, Jin y algunos vecinos.

Caigo de lado y Seung logra levantarse para patearme en el estómago. Quiero vomitar, mi alrededor da vueltas y mi cabeza duele después de varios golpes suyos. Pero mientras me recupero en el piso, lo veo acercarse a Jimin y golpearlo en el rostro, provocando que caiga sobre el pasto del jardín de algún vecino.

Nam logra llegar a él, empujándolo lejos y arrodillándose a un lado de Jimin, impidiendo que vuelva a acercarse a él.

Yo tomo fuerza suficiente y logo levantarme, corriendo hacia Seung y tirándolo sobre el jardín, a un lado de Jimin y Nam. Su cráneo rebota contra el pasto y me subo a horcajadas sobre él. Su cara está roja y ligeramente ensangrentada por los golpes anteriores, pero no me inmuta y vuelvo a golpearlo, esta vez en la boca.

—¡Jamás volverás a tocarlo, maldito bastardo! —le grito en la cara y lo golpeo en la mejilla.

Escupe sangre, lo tomo por la camisa para levantar su cabeza y vuelvo a golpearlo sin tener un objetivo en específico aparte de su cara.

Cuando estoy por volver a golpearlo, unas manos me jalan lejos de él. Y en cuanto ven que tengo intenciones de regresar a golpearlo, más oficiales que en algún momento llegaron, me rodean y toman mi cuerpo para retenerme con el pecho contra el suelo.

—Es él —dice Nam, logro ver su silueta entre los pies de los policías—. Park Seung.

Mi respiración está agitada, quiero buscar a Jimin, pero en cuanto levanto un poco la cabeza algún policía me empuja para que mi cara esté contra el suelo nuevamente.

—¡Fue en defensa propia! —grito cuando siento unas esposas rodear mis muñecas.

—Veremos lo que los testigos tienen por decir —dice la voz ronca de alguno y luego varios oficiales me ayudan a levantarme para comenzar a caminar hacia una patrulla.

—¡Yoongi! —la voz rota de Jimin me hace girar, lastimando mis muñecas y provocando que los oficiales me tomen con fuerza los hombros.

—¡Jimin! —grito de vuelta y logro verlo saltar para verme sobre el hombro de uno de los policías que no lo dejan acercarse a mí.

—¡Hey, hey! —grita Nam, poniendo su brazo entre la puerta de la patrulla y yo antes de que entre—. Él vio que golpeaban al chico, salió a separarlos y el señor Park los golpeó, fue cuando se defendió. Él no hizo nada —aclara.

Lo miro, intentando dar las gracias pero él no me mira a mí. Parece furioso, confundido y alterado. No lo culpo.

Dentro de pocos segundos siento y escucho que retiran las esposas de mis muñecas, y en cuanto siento mis manos libres me giro para esquivar a los policías y volver a buscar a Jimin, pero antes de que pueda buscarlo más, su pequeño cuerpo impacta contra el mío.

Me abraza con fuerza y yo a él. Llora sobre mi pecho y yo lo abrazo por la espalda, sosteniéndolo con fuerza y recargando mi mejilla sobre su cabeza. Cierro los ojos son fuerza y siento su cuerpo temblar contra el mío.

Por algún razón me siento tan mal conmigo mismo, sé que ahora Jimin me verá como el monstruo que es su padre, igual de enfermo e idiota. Tan violento e inestable.

—Lo lamento, Jimin. Perdón —le susurro e ignoro completamente el hecho de que todos nos miran—. Está bien, no volverá a hacerles nada —prometo y levanto la cabeza, viendo a las espaldas de Jimin como a Seung lo meten a una patrulla mientras me mira con odio y asco.

A los lejos, veo como sacan a una mujer de la casa de Jimin. No puedo observarla por mucho sin sentir lástima por su estado y forma, así que cierro mis ojos con fuerza nuevamente y sostengo el cuerpo de Jimin contra el mío.

 No puedo observarla por mucho sin sentir lástima por su estado y forma, así que cierro mis ojos con fuerza nuevamente y sostengo el cuerpo de Jimin contra el mío

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GYM 彡 yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora