GYM 彡 yoonmin.

68.

—¿Park Jimin? —pregunta un policía, acercándose a nosotros.

Jimin mira atrás aun cuando estamos abrazados, no me suelta y recarga su cabeza en mi pecho mientras vemos al policía.

—Necesito que me acompañe —pide.

—¿Por qué? —pregunto sin poder evitarlo.

—¿Es familiar? —pregunta con el semblante serio y yo niego con la cabeza—. No tengo permitido decirle nada —mira a Jimin—. ¿Podría...?

—E-Está bien —dice Jimin—. É-Él sabrá de cualquier manera lo que sea que usted me diga.

El policía parece enfadarse un poco, pero se limita a apretar los labios y pararse derecho enfrente nuestro.

—Su padre irá directamente a prisión después de recuperarse de la pelea con el señor Min —no me siento mal al escuchar eso, pero sus palabras hacen que el dolor en mi cuerpo reaccione hasta ese momento—. Su madre será enviada a un lugar seguro, podrá recuperarse del trauma al igual que usted.

—¿Al igual que yo? —pregunta con la voz temblando—. Yo no necesito ir ahí, e-estoy bien.

—Su madre está en una situación peor, por lo que ella será internada y veremos cuál es el familiar más cercano a usted para ir a vivir con él —toma una libreta y pasa las hojas hasta que encuentra algo—. Por lo visto tiene un tío a varias horas de aquí, es una buena zona. Le ayudará.

—¿De qué habla? —pregunto.

—Un nuevo comienzo. Podrá terminar la escuela allá, hay más gente y muchos centros de ayuda —parece feliz por Jimin.

—¿Qué pasa si digo que no? —pregunta—. No quiero ir, y-yo no...

—Señor Park... me temo que no tiene opción. No tiene edad suficiente para independizarse. Su cuidado y custodia ahora está en manos del Estado —siento una punzada en el pecho y abrazo con fuerza a Jimin.

—¿Puede quedarse esta noche en la casa de un amigo? —pregunto, intentando que mi voz no tiemble—. Este día fue algo pesado y no creo que vaya a dormir cómodo en una oficina.

—Seguro —asiente con la cabeza—. Lo veo mañana a las once en punto en esta dirección —le dice a Jimin mientras le entrega un papelito—. Espero puedas quedarte algunos días en la casa de tu amigo. Aún tenemos que contactar a tu tío y ver si acepta tu custodia.

—G-Gracias —dice a pesar de todo.

El oficial hace una mueca y se retira. Jimin levanta la mirada y me mira a los ojos, parece querer decir algo, pero se calla y vuelve a dejar su cabeza sobre mi pecho.

—Hey, Jimin —habla Jin, llegando a nuestras espaldas junto con Nam.

Pero Jimin no me suelta. Sé que está reteniendo el llanto, pero no lo logra muy bien. Jin y Nam me miran confundidos y yo no sé qué decir o hacer.

—Se llevarán a Jimin con...

—Lo sabemos —dice Jin y al instante lo miro confundido.

—¿Cómo que lo saben? —pregunto y miro a Jimin que se oculta más, ¿Él sabía que se tendrá que ir?

—Te contamos que nos faltaba un detalle para poder demandar al padre de Jimin —dice Namjoon y aprieta los labios—. Sabíamos por obviedad que se llevarían a su madre, por lo que Jimin necesitaría un tutor legal y su tío es el familiar más cercano. Aparte del único. No es una familia grande.

—Y si sabían que no había otra opción... Si sabían que terminaría así, ¿por qué no lo hicieron antes? —pregunto molesto—. ¿¡Por qué dejaron que se quedara en esa maldita casa!?

—Yoongi cálmate —me pide Jin, acercándose a mí para abrazar a Jimin, pero ninguno de los dos nos separamos.

—Jimin quiere quedarse aquí, su tío no vive "a un par de horas" de aquí —dice poniendo comillas con los dedos—. Vive a dos días en auto. Es lejos de Seúl, e-es lejos del hogar de Jimin.

Jimin niega ligeramente sobre mi pecho, pero a penas yo logro notarlo.

—Vamos a casa, Jimin —digo sin más, ignorando a Nam y Jin, o yo podría volver a explotar en cualquier momento.

No quiero estar aquí, quiero estar con él. Quiero abrazarlo y superar esta noche juntos. No podía creer todo lo que acababa de pasar, volví a arruinar todo y ahora perdería a lo único que me había hecho un bien en mucho tiempo.

—Jimin, Yoongi... —habla Nam cuando nos separamos—. ¿Q-Qué les sucede?

Tomo la mano de Jimin y nos giro para caminar a pasos rápidos hasta el auto.

—¡Yoongi! ¡Respóndeme! —habla Nam detrás nuestro, pero lo ignoro y en cuanto llegamos al auto abro la puerta para que Jimin entre—. ¡Yoongi! —insiste y cierro la puerta con fuerza para girarme a él después de que Jimin sube al auto—. ¿Qué demonios te...?

—¡Vete a la mierda, Nam! —le grito y estoy a punto de empujarlo—. ¡Preferiste que Jimin se aferrara a algo tan superficial antes de sacarlo de ese maldito manicomio! —rodeo el auto y abro la puerta de mi lado.

—¡Seúl es su hogar! —me grita—. ¡Es lo único que le quedaba!

—¿¡Eres tan idiota, Namjoon!? —cierro la puerta con fuerza y camino a él, resistiéndome por no golpearlo también—. Él no se quiere quedar porque Seúl sea su hogar, él quiere quedarse porque tiene miedo a quedarse solo de nuevo —realmente quiero golpearlo, pero no puedo hacerlo—. Seúl no es su hogar, era su familia. Y ahora ni siquiera tiene una —digo, por más frías y fuertes que sean mis palabras—. Honestamente... Jimin nunca tuvo un hogar en ese caso —miro al suelo casi rendido—. Él quiere contar con alguien como tú y Jin, como Taehyung, Danbi y... —trago saliva—. Como su madre. Con gente que le recuerde que hasta la persona más podrida puede tener algo bueno... Como yo.

—Yoongi... —me mira totalmente confundido y alarmado—. ¿Tú y él...?

—Será mejor si dejas de intentar ayudar —digo—. E-Es suficiente para mí.

Me giro aunque lo escuche decirme distintas cosas. Camino hasta el auto y subo sin importarme lo que diga.

Comienzo a conducir, intentando recuperar todo lo que perdí esta noche. Pero Jimin se irá, incluso si lo tengo ahora, se irá. Y me siento como un maldito egoísta al pensar que prefiero que se quede en una casa temporal del Estado cerca a que tenga un mejor futuro lejos.