GYM 彡 yoonmin.

25.

Flash-back

—¿Y quién es el cumpleañero?

—Cumpleañera —comenta Jin poniéndose unos jeans negros junto a una camiseta y zapatillas rosas—. Se llama Soonhi, es una vieja amiga, te agradará. Tal vez finalmente puedas usar a eso que le llamas pene.

Le lanzo un cojín a la cara y este ríe, acomodando su cabellera.

—Como sea, solo iré porque cantarán algunos covers, ¿Cierto?

—Nuestro fan número uno —dice, poniendo los ojos en blanco y riendo—. Vámonos ya, Joon me odiará si lo dejo solo en una fiesta con desconocidos.

—Yo también lo haría.

—Pero Nam es Nam, tú eres tú.

—Conocimiento es poder, amigo.

—Déjame en paz —ríe y caminamos escaleras abajo para comenzar a caminar hasta la casa de la chica.

—Pronto sacaré mi licencia.

—Tienes dieciséis, tonto —le comento.

—Tú también, Suga.

Llegamos a una casa grande de un vecindario lejano. Había gente afuera y dentro del lugar.

—Voy a buscar a Nam —me dice Jin mientras marca el número de su amigo.

—No, no, no, Jin... —pero ya es tarde, se ha puesto el celular en la oreja y ha caminado dentro de la casa.

Hay adolescentes más grandes que yo dentro y fuera del lugar, algunos con latas de refresco y otro con vasos rojos donde apostaba que no había más refresco. Miro la calle y finalmente decido entrar a la casa, convencido de que Jin no regresaría a buscarme. Hay más gente adentro, los observo y no sé qué les parece tan divertido. Algunos ríen, otros bailan al ritmo de alguna canción cualquiera.

—¡Yoongi!

La voz de Nam me relaja. Lo busco entre la multitud y lo encuentro con un brazo arriba y un vaso del que tira un poco de líquido.

—¿Dónde está Jin? —me pregunta y su aliento huele a alcohol.

—Creí que estaría contigo, te llamó —digo, alejándome de su aliento.

—Me quedé sin batería... toma idiota, diviértete —me ofrece un vaso y acepto sin interés, pero sonriendo.

—¡Ahí esta! —la voz de Jin se escucha detrás nuestro.

Ambos volteamos y vemos a Jin, quien tiene a una chica cargada en brazos, quien ríe mientras bebe de su vaso.

—Hey... —los miro confundido con una ligera sonrisa.

—¡Felices diecisiete, Soonhi! —grita Jin y la deja en el suelo, enfrente nuestro.

—¿E-Estás bebiendo? —pregunto.

—¿Qué? Esto... —señala el vaso con una sonrisa—. No, es solo Red Bull —me sonríe.

—Oh... —digo— Sí, me encanta la Red Bull.

—Yoongi, ella es Soonhi, la cumpleañera. Y Soonhi, él es Yoongi... el idiota.

—Gusto en conocerte Soonhi la cumpleañera.

—Lo mismo digo Yoongi el... Yoongi —ríe antes de insultarme.

—Joonie, ven conmigo, hay una chica que tienes que conocer.

—Pero tengo novia... Ay, como sea, vamos —dice, tomando de su vaso y siguiendo a Jin.

Me quedo congelado un momento. Soonhi bebe de su vaso y aún me sonríe, esperando a que diga algo.

—¿Cuándo cumples años tú?

—El nueve de marzo, ¿Y tú?

Soonhi ríe, levantando los brazos a la fiesta.

—¿Me los preguntas aquí? ¿En mi fiesta de cumpleaños? Oye, amigo, no lo sé —suelta una carcajada.

Mis mejillas se encienden y quiero golpearme a mí mismo, pero al final termino riendo con ella.

—Lo siento, lo siento —finjo limpiarme un lagrima—. Mi ignorancia puede ser grande.

A partir de ese día ambos nos volvimos mejores amigos. Pero no como con Jin y Nam, había una conexión diferente entre nosotros. Nos gustábamos mutuamente, y lo sabíamos. Hasta el cuarto mes de amistad, cuando le regale una flor y la besé de sorpresa. Nunca le pregunté si quería ser mi novia, ella nunca me lo preguntó a mí, nunca nos preguntamos que éramos. Sabíamos que éramos una pareja sin siquiera decirlo, éramos el uno para el otro técnicamente.

Hasta que ella tuvo un accidente de auto. No fue nada grave, me molesté con ella por no tener cuidado. Ya llevamos casi tres años de noviazgo y no fue hasta entonces cuando el doctor me dijo algo sobre ella, algo que ni siquiera sabía. Algo que me hizo irme de Seúl por casi seis años, y aunque haya vuelto eso no puede cambiar, que es lo que más me duele.

.