64.

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—Perdón —relajo mi cuerpo y lo miro a los ojos—

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—Perdón —relajo mi cuerpo y lo miro a los ojos—. Estoy muy... alterado. Perdón, en serio —no sé qué más decir ante su discurso.

—Está bien —dice y sonríe un poco.

—¿Podrías decirme qué pasó con Donghae? Sea lo que sea ya no puedo influir en ello —digo con una mueca en mi rostro.

Jimin se rasca la nuca y asiente con la cabeza después de unos segundos.

—Pensamos que un reclusorio sería mucho para su edad. Ni siquiera yo lo soportaría —dice y mira sus tenis, volviendo a jugar con sus agujetas—. Tiene arresto domiciliario por un año. Si sale más allá de su jardín por cualquier razón, irá al reclusorio por unos meses y cuando salga terminaría el año de arresto domiciliario.

—Supongo que eso está bien —acepto—. Espero un año sea suficiente.

—Me sentí mal —confiesa Jimin y yo lo miro confundido—. Me pidió perdón, dijo que...

—¿Qué él jamás te haría algo así, que se dejó llevar y que no volvería a pasar si lo dejabas libre? —pregunto ahora un poco sorprendido.

Jimin asiente con la cabeza algo confundido y hablo antes de que él pregunte cómo lo sé.

—Me dijo que con decirte eso todo se arreglaría, que te sentirías culpable —su rostro cambia y ahora parece decepcionado, así que tomo su quijada y hago que me mire—. Está bien, no te sientas culpable. Sólo quiso aprovecharse de ti... otra vez.

—Eso... Eso no me hace sentir mejor —dice pero se está riendo levemente.

—No soy la persona más sutil, pero eso ya lo sabes —me encojo de hombros—. Perdón —digo y sonrío un poco.

—Está bien —sonríe un poco más—. Y... ¿Qué pasará con el equipo? —pregunta, quitando mi mano de su quijada, pero no me suelta después.

—Ya me encargué de eso. Sólo quería que Taehyung se fuera, se nota a distancia que me odia —digo, poniendo los ojos en blanco.

—Tiene sus razones.

Asiento con la cabeza y miro detrás de mí, los vestidores están vacíos y al final se ve la ventana cerrada de mi oficina.

Vuelvo a ver a Jimin y hay un silencio incómodo. Pero es incómodo en el sentido de que siento que estoy haciendo algo prohibido (porque realmente lo estoy haciendo) y es como regresar a la preparatoria, escondiéndome en el gimnasio o saltándome una clase para ver a alguien. Aunque esta vez, es más prohibido y peligroso.

—¿Yoongi? —pregunta Jimin y yo parpadeo un poco, agitando la cabeza.

—¿Si? —pregunto.

—¿Podemos jugar un partido? —pregunta—. ¿Uno donde no me tiren al piso y griten groserías?

—¿Para qué? Vas a perder —me encojo de hombros y me siento en una banca al lado de los lockers grises.

GYM 彡 yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora