Mi cuerpo aún tiembla ligeramente mientras entro a mi casa, me siento débil y abrumado. Solo ceno un cereal y subo a mi cuarto para descansar un poco, aunque no puedo pegar ojo e imagino que así es el día a día de Jimin. Me siento impotente con no poder ayudarlo, pero sé que pronto terminará.
¿Y sobre los besos? Nadie sabrá. Él estaba asustado al igual que yo, sí, me dejé llevar por el momento. Pero no mentiré más y no negaré que también lo necesitaba. Desde que me besó en el sótano sentí que lo había dejado mal, como si se lo hubiera negado. Y Jimin tenía razón, yo no había dicho la última regla. No le había prohibido que me besara nuevamente o que me hiciera algún tipo de contacto sexual. Pero no es como si por no decirlo pudieras ir besando a quien sea por la calle.
—Mierda... —digo cuando la alarma suena y despego mi vista de un zapato para ver el reloj.
Nueve de la mañana y no he dormido nada. Me siento cansado, pero aunque lo intente no puedo dormir.
Me levanto y me pongo unos shorts negros, mis audífonos, tenis y una camisa holgada para ir a correr.
Subo todo el volumen y apenas escucho mis pisadas contra el asfalto. He llegado a la calle de la casa de Jimin, pero antes de girar para entrar, me giro y corro en dirección a la escuela. Ni siquiera me siento tan cansado físicamente. Algo dentro no me deja avanzar, solo me pide que me acueste o haga algo que me ayude a sentirme mejor. Pero no puedo pensar en qué me haría sentir mejor, así que me obligo a correr hasta que mis pies duelen y caigo de rodillas en la entrada de mi casa.
—Joder... —jadeo mientras tomo la manija y me apoyo en esta para entrar a casa.
Preparo la cafetera y luego subo a bañarme. Me pongo básicamente la misma ropa, pero limpia y de otros colores. No quiero estar mucho tiempo en la escuela después de los entrenamientos y el cambiarme y bañarme consumen más de treinta minutos.
Para cuando termino de desayunar ya son las doce en punto, así que salgo en mi auto y conduzco hasta la escuela. El director siempre es el primero en llegar, su auto es el único que veo diariamente en el estacionamiento hasta el momento.
—Adelante —dice su ronca voz del otro lado de la puerta una vez toco con mis nudillos.
Ahora la piel de mi mano está de diferentes colores, me duele hacer fuerza, pero es un dolor soportable. Me gusta sentirlo para recordarme que soy fuerte, por más insignificante que pueda ser el dolor.
—Buenas tardes —digo después de entrar.
—Señor Min —sonríe un poco y señala un asiento, ofreciéndome sentarme.
—Gracias —murmuro y me siento donde señaló.
—¿A qué se debe su visita? —pregunta, dejando a un lado el papeleo que tenía en el escritorio.
—No es algo bueno —me encojo de hombros y hago una mueca, no sé cómo explicar lo sucedido—. Ayer... Hubo un caso de abuso en los vestidores del gimnasio... ¿Casi?
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GYM 彡 yoonmin.
Fanfiction❝Donde Min Yoongi, el nuevo entrenador de básquetbol, es homofóbico❞. ━ADAPTACIÓN, la obra original le pertenece a otra persona. ━HOMOSEXUAL FANFIC. #1 en jimsu, 27/07/21. #3 en suga, 15/08/21.