GYM 彡 yoonmin.

77.

Jimin aprieta los labios, tal vez le duele que hable de mi ex novia, o simplemente de mi pasado. Pero le dije que sería sobre eso, así que supongo solo está intentando no decepcionarme y dejarme solo.

—No sé cuántas veces en mi vida dije esto —me encojo de hombros ligeramente—. Tuve tal vez la perfecta familia coreana. Madre, padre y un hermano. Tal vez no tuvimos la mejor relación, pero recuerdo todo —junto mis rodillas a mi pecho y abrazo mis piernas, queriendo ocultar mi rostro—. Lamento esto, Jimin. Pero recuerdo todo. Las cenas familiares, navidades cálidas a lado del árbol, las salidas al parque. Las mentiras, las verdades, las bromas y todo eso. Repito: Familia perfecta, quizás —tallo mi rostro con mis manos—. Siempre le dije a mis padres que cuando creciera quería eso, ¿Sabes? Quiero una casa, una esposa, hijos y tal vez una mascota. Siempre, siempre, Jimin. Siempre ha sido mi más grande sueño, tanto como el tuyo, probablemente —digo, sabiendo que son referencias fuertes—. Quiero una familia, quiero una vida con quien compartir... Entonces conocí a Soonhi. Una chica alegre, hermosa y... Ella es una persona increíble, en serio. Pero en ese entonces, incluso con menos de veinte años, yo le había dicho mis planes a futuro.

Jimin escucha atentamente, apretando sus rodillas y mirándome.

—Le dije todo. Me abrí emocionalmente con ella como había hecho con nadie nunca —siento mi rostro arder y muerdo mi labio que comienza a temblar—. Ella dijo que quería lo mismo. Incluso hicimos un plan para después de graduarnos. Y-Y... Teniendo diecisiete años yo... —trago con fuerza—. Le pedí matrimonio.

—¿Y qué pasó? —pregunta como si de algo fácil se tratara.

Me encojo de hombros y oculto mi rostro entre mis rodillas, dejando que la tela de mis jeans absorban las lágrimas.

—Ella aceptó, todo era perfecto —sonrío nostálgico contra los piernas, pero la sonrisa se borra rápido—. Y entonces ella tuvo un accidente de auto. Nada grave, pero yo me preocupé y la llevé al médico porque tenía un dolor en el abdomen... Solo era dolor muscular pero unos estudios revelaron que ella no... —sollozo con fuerza, abriendo viejas heridas y sabiendo ahora que siempre fui un hijo de puta—. No puede tener hijos. Así que... Bueno, al momento de enterarme pude soportarlo. Pero pasaron los días, y ella cada vez me veía peor...

—Yoongi... —intenta tocarme pero me alejo porque sé que rompería en un llanto en el cual no podría ni hablar.

—Casi un mes después me confesó que eso lo sabía desde antes de conocernos —trago con fuerza—. La hubiera perdonado si me lo hubiera dicho antes. Pero, Jimin... ¡Maldita sea! —golpeo mi cabeza con mis manos—. Por años me dejó ilusionarme con un futuro que jamás tendría con ella. Simplemente me vio como un idiota con un sueño, y ella no dijo nada, ¿Sabes? Si me lo hubiera dicho ante tal vez...

—¿Realmente crees que si te lo hubiera dicho antes hubiera cambiado las cosas? —pregunta Jimin, ahora viendo el suelo. Ni siquiera alcanzo a ver sus ojos, solo sus pestañas.

—Tal vez. Quiero decir, era joven, pude cambiar mis ideas de futuro, pero ella solo dejó que la fantasía prometida fuera un juego —me contengo de levantarme y tomar otra cerveza—. Ni siquiera cuando le pedí matrimonio...

—Tenías diecisiete.

—¡Y ella aún así aceptó! ¡Y aún así no me dijo nada! —le recuerdo, gritándole al sentir que está de su lado—. Mierda, Jimin. Si para ella siempre fue un juego entonces el malo no soy yo.

—Jamás dije...

—Por eso en cuanto me lo dijo fui a casa, tomando mis cosas con mis padres gritándome que explicara que pasó. Pero yo me fui. Y lo único y último que le dije a Soonhi fue por una nota de voz, diciéndole cosas horribles. Y me siento mal por ello, pero volví. Y no por ella, no porque quisiera a Seúl —finalmente lo miro a los ojos—. Tampoco quería quedarme solo... Pero eso lo único que logré es quedarme así.

—Hay gente más sola que tú y que yo —me dice, levantando la mirada para verme—. Cada quien aprende a soportar sus problemas, pero a veces... Debes aprender a ver como lidian los demás con diferentes problemas —se pone de rodillas enfrente mío—. Haz lo que yo hice antes de encontrarlos a todos ustedes. Encuentra algo bueno en la gente que alguna vez te hirió.

—¿Qué quieres decir? —pregunto, negando la idea de que realmente se refiera a lo que pienso.

—Regresa con Soonhi —dice y deja caer sus manos a sus rodillas.

—No, no, no, Jimin. Yo no quiero estar con ella —me arrodillo frente a él y tomo su rostro entre mis manos—. Te necesito a ti.

—Cambiaste, Yoongi —dice—. Yo me iré, y sé que tienes amigos, pero no limites tu felicidad. Si puedes estar con alguien sin dañar a nadie y al mismo tiempo hacerte feliz, hazlo.

—Te dañaría a ti.

—Lo sé, pero no quiero que sea verdad. No podemos hacer nada al respecto —besa ligeramente mis labios—. Me iré y será mejor irme sabiendo que no solo cambie lo malo en ti. También puedo irme sabiendo que ella y tú serán felices.

—Deja de preocuparte por la felicidad de los demás, Jimin —insisto y lo abrazo con fuerza, ocultando mi rostro en su cuello como él en mi—. ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?

—Hasta que una de esas personas sea yo, finalmente —responde y yo oculto mi cara y dejo que mis lágrimas mojen su piel.

Nos dejamos caer al suelo nuevamente, entrelazando nuestras piernas y dejándonos llorar el uno sobre el otro. Me siento estúpido, me siento mal. Jamás creí pasar por algo como esto, pero aquí estoy, en esta situación que me hace querer sentir tan mal pero al mismo tiempo tan bien. Ya que ahora sé que puedo querer a alguien a pesar de todo, pero a quién quiero se irá.

—También te quiero, Yoongi —dice Jimin.

Niego sobre su cuello y aprieto su cuerpo contra el mío, cierro mis ojos con fuerza y aspiro su olor a vainilla mezclado con un olor familiar antes de una tormenta.

—No puedes hacerme esto. No puedes irte después de decirme esto —niego sin creerlo.

Jimin estaba despierto cuando le dije eso, y hasta ahora me responde porque tal vez él creyó que lo dije por dejarme llevar por el momento. Pero no fue así, fui honesto desde entonces.

 
—Te quiero.