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—Serena.— La aludida se giró al escuchar la voz de Willa, haciendo que la menor de los McCall la mirase confundida al verla en su habitación.
—¿Que haces aquí?— Preguntó confundida al no saber muy bien cómo había entrado en su habitación.
—Necesito hablar contigo sobre lo que eres.— Explicó Willa haciendo que Serena adquirirá una postura defensiva. —Cuando perdiste el collar tenías un olor distinto, cuando le recuperaste y te le has puesto, tienes otro olor. Y creo que es el collar lo que provoca eso, creo que oculta que eres algo sobrenatural.— Explicó haciendo que Serena la mirase confundida. —No eres como nosotros, no eres una mujer lobo, pero eres un sobrenatural, tal vez por eso el Alfa no te atacó y, tal vez por el collar, la luna llena no te haya afectado.— Añadió haciendo que Serena se sentará al sentirse abrumada por todo aquello, haciendo que comprendiera como se había sentido Scott.
—Agradezco que quieras ayudarme y que me hayas dicho algo que hasta yo, hoy, he deducido sola. Pero ha sido una noche algo intensa para alguien que hasta hace una semana no creía en nada.— Dijo Serena haciendo que Willa comprendiera sus intenciones.
—Se que en el instituto tengo mi propia reputación y que tras lo vivido, mi hermano será la última persona que Scott quiera ver, pero en verdad queremos ayudar. Ser un hombre lobo no es fácil, y si necesitas ayuda puedes contar conmigo.— Sonrió Willa mientras se acercaba a la ventana por la que había entrado.
—Gracias.— Sonrió Serena por todo lo que ella y Derek estaban haciendo o apunto de hacer por dos meros desconocidos, que nunca debían de haber salido de casa para ir a ver un cadáver cortado a la mitad.
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Willa miro hacia la pared de su habitación con fijación, hacia solo dos semanas ella era "normal". Ahora, había demasiados que sabían su secreto, pero no era algo que la molestará, por años, Willa siempre buscó una forma de encajar y de pasar el tiempo, pero el miedo a ser quien era la consumía tanto que la impidió hacer amigos, tal vez había llegado el momento de cambiar.
—¿Hablaste con la chica?— Preguntó su hermano apoyándose en el marco de la puerta de su habitación.
—Se lo ha tomado bastante bien, y creo que sí es consciente de que es diferente, el problema, tal vez, es que no sabe lo que es. Y hasta que no pierda el control, nosotros tampoco. Creo que la función del collar ha desaparecido.— Explicó con completa tranquilidad mientras se levantaba de su cama y comenzaba a guardar sus cosas en una mochila. —¿Por qué te interesa tanto?— Preguntó Willa haciendo que Derek mantuviera la misma expresión de inexpresión, mientras que sus pulsaciones se medio aceleraron.
—Por nada.— Mintió el pelinegro haciendo que su hermana pequeña encarnará una ceja incrédula.
—Creía que no ibas a mentirme, Derek.— Respondió Willa cruzándose de brazos algo molesta por el hecho de que su hermano la había mentido.
