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—¿Sigues percibiendo esa sensación?— Preguntó Willa observando como una serpiente se enroscaba en el brazo de Serena como si nada.
—Aparece de noche, únicamente. Y ella también la perciben.— Explicó la morena levantándose de su cama para caminar por ella.
—¿Sabes el miedo que da que tú mascota sea una serpiente?— Preguntó Willa sorprendida. —Pero ya nada me sorprende.— Admitió la mujer lobo poniéndose de pies. —Te veo mañana en clase.— Se despidió la Beta marchándose, para que, poco después, Serena recibiera un mensaje de su hermano diciéndola que en cinco minutos Stiles y él la recogerían.
—Bueno, bonita, debes de irte.— Sonrió Serena abriendo su ventana y dejando que la serpiente se descolgara de su brazo, para después la sobrenatural prepararse para lo que fueran a hacer su amigo y su hermano.
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—¿Cómo es posible que Lydia haya desaparecido?— Preguntó Serena confundida justamente cuando Stiles detenía el Jeep para evitar atropellar a Allison.
—Mi padre y mi hermano junto a otro grupo de cazadores se han ido en busca de Lydia.— Anunció Allison subiéndose en el Jeep.
—¿Si se convierte la mataran?— Preguntó Stiles conduciendo.
—No lo se, no me cuentan nada. Solo dicen "ya hablaremos después del funeral de Kate, cuando los otros estén aquí".— Explicó la joven cazadora.
—¿Qué otros?— Preguntó Serena esperando que no fueran más cazadores, aunque aquello era bastante probable, teniendo en cuenta que Kate había muerto.
—Eso tampoco me lo dirán.— Comentó frustrada Allison al lado de Serena.
—Creo que tu familia debe de solucionar graves problemas de comunicación.— Puntualizó Stiles desde el asiento de atrás, mientras Scott intentaba captar el olor de Lydia. —¿Scott vamos bien?— Preguntó Stiles al hombre lobo el cual tenía la cabeza fuera de la ventanilla como un perro
—Gira a la izquierda.— Le indicó el Beta haciendo que Stiles obedeciera la orden de su amigo.
—¿Detectas algo?— Allison miró a Serena, la cual estaba bastante relajada en el asiento de atrás.
—No, pero ellas se encargan de ayudarme.— Sonrió Serena con seguridad.
—¿Ellas? ¿Te refieres a las serpientes?— Preguntó la futura cazadora confundida al no entender mucho sobre lo que Serena era.
