¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Serena observó como Scott estudiaba, era cierto que se había tomado enserio el curso de verano y estaba orgullosa de ello, de que se estuviera esforzado en ello. Al menos algo había vuelto a la normalidad, porque había algunas cosas que estaban comenzando a ser extrañas. Pero tampoco la importaba, habían vuelto a la tranquilidad, los cazadores se habían ido, Gerard estaba en algún geriátrico encerrado, y la mestiza esperaba que fuera para lo que le quedaba de vida, y Chris y sus hijos se habían ido a Francia, por lo que aquel verano se avecinaba lleno de calma y sin ningún otro problema que ella en la luna llena y, tal vez, Jordan.
Pero él no la preocupaba, sí era cierto que a nadie le caía bien, pero a la mestiza le daba igual. Él estaba para ayudarla y, siendo sinceros, Serena necesitaba esa ayuda, por lo menos para conocer todo lo que podía llegar a hacer.
—La gente en vacaciones no madruga.— Se quejó Serena mientras veía aparecer a Derek.
—Querrás saber esto.— Aseguró el hombre lobo mientras comenzaba a caminar.
—¿Saber el que? ¿A donde vamos?— Preguntó la mestiza con una expresión de pocos amigos, por qué aunque Serena era muy tolerante para, casi todo, una cosa que llevaba muy mal era que cuando eran vacaciones la hicieran levantarse sin motivo aparente, y si antes de saber de lo sobrenatural ya se ponía irascible, ahora que lo era..., tal vez volasen cabezas.
—Es mejor que lo veas por ti misma.— Dijo Derek omitiendo toda la información que podía.
—¿Pero que vea el que? Esto es peor que sonsacar información a un mudo.— Se quejó la chica mientras se daba cuenta de que estaban dirigiéndose a la vieja casa de los Hale.
—Te lo explicare todo pero primero debes de verlo.— Insistió Derek mientras los dos llegaban hasta las ruinas de la vieja casa, haciendo que Serena viera el dibujo que había en la puerta de madera.
—Te han grafiteado la puerta, ¿y que? Creía que la casa era del condado.— Alegó Serena sin entender nada, y era lógico ya que ella no entendía que cada Alfa, de cada manada, tenía un símbolo que les diferenciaba y les distinguía de los demás.
