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Serena soltó un gruñido al escuchar como su hermano gritaba su nombre al mismo tiempo que llamaba a la puerta de su habitación para que ella se levantará, haciendo que en aquellos minutos en los que seguía siendo presa del sueño se replanteara matar o no a Scott. Al girarse, se dio cuenta de que sobre su ordenador había una nota junto con a una rosa, acto que la hizo sonreír como una tonta. Al mismo tiempo que abría la nota y observa aque únicamente había una palabra «lo siento», lo que hizo que Serena contrajera la sonrisa sin saber muy bien a qué se podía deber, ya que en los últimos días incluso ella debía de pedir disculpas a, absolutamente, todo el mundo.
—¡Si no te das prisa me comeré tu desayuno!— Gritó Scott desde abajo, haciendo que Serena regresará a la realidad.
—¡Como lo hagas te juro que te castrare, Scott!— Advirtió Serena mientras bajaba corriendo las escaleras entrando en la cocina.
—No serías capaz.— Afirmó su hermano con certeza, haciendo que Serena encarnará una ceja.
—¿Lo comprobamos?— Preguntó de vuelta su hermana cruzándose de brazos.
—No, se que serías capaz de ello.— Admitió haciéndola sonreír, al ver que la conocía tan bien.
—El caso, no quiero saber dónde está Jackson. Os encargareis de él vosotros, porque algo me dice que el plan de Stiles va a salir entre mal y catastrófico.— Asumió Serena haciendo que Scott asintiera dándola la razón.
—Pero tal vez a ti te escuché.— Puntualizó su hermano haciendo que Serena pusiera una expresión de que tenía razón.
—No te preocupes por ello.— Le tranquilizó a su hermano mientras comenzaba a desayunar.
—Sobre el descontrol de ayer...— Empezó a decir haciendo que su hermana le mirase con frialdad.
—No se lo que ocurrió, Scott. Lo único que se es que fue cuando él se transformó, así que asumo que está ligado. Desde que empezaron los asesinatos del Kanima he sentido, todas las noches o la mayoría, una extraña sensación. Al principio era como si hubiera algo más ahí afuera, algo parecido a mi, ahora la sensación ha crecido y siento la necesidad de seguirla y de obedecerla. Pensaba que era el Kanima, pero esa criatura no es más fuerte que yo, por lo que creo que hay alguien como yo.— Admitió haciendo que Scott comprendiera lo que quería decir su hermana.
—Vas a ir hoy hasta donde la sensación te lleve, ¿no?— Serena sonrió al escucharle.
—Tal vez tenga las respuestas que necesito.— Explicó Serena, haciendo que Scott mirase su comida recordando que parte de esas respuestas las tenía él.
