Capitulo 9

281 20 2
                                        

    – La cena estuvo exquisita. –Murmuro tomando mi copa y dándole un sorbo a mi delicioso champag.

Mmm.... La langosta estuvo sublime y este champang es de otro mundo. Hasta ahora, la cena ha sido realmente agradable y todos los presentes que Steve me ha presentado han sido muy amables conmigo. Y lo mejor de todo, ni Nathaly ni Johel han vuelto a acercarse a nosotros en toda la noche. Lo que es un enorme alivio.

–Si. –Steve deja su copa sobre la mesa. –Este año se han lucido con el menú.

Justo en este momento, varios camareros entran con grandes bandejas de plata que contienen pequeños platos con algo que parece pastel. Es la hora del postre. Uno de los camareros se nos acerca con una cálida sonrisa.

–Aquí tiene su postre, señor Jones y señorita Thompson. –Nos coloca uno frente a otro un pequeño plato de porcelana en donde hay un precioso pastel de manzana. –Que los disfruten. –Hace una ligera reverencia y se marcha hacia otra pareja.

Tomo el tenedor humedeciéndome los labios con la lengua.

–Este pastel se ve genial. –Comento tomando un pequeño trozo de pastel y me lo llevo a la boca. –Mmm.... –Gimo saboreando el bocado. –Este pastel de manzana está realmente bueno. –Vuelvo gemir. –Jamás me había gustado tanto un pastel de manzana como este.

Steve suelta una carcajada tomando un bocado y llevándoselo a la boca.

–Oh Dios mío. –Gime cerrando los ojos. –Joder, este pastel esta riquísimo. –Habla con la boca llena lo que me hace soltar una carcajada.

–Sí que lo está. –Tomo otro bocado. –Todos ha estado sumamente exquisito. –Doy otro bocado saboreándolo y entonces de reojo noto que Johel desde su mesa me observa con detenimiento.

Carajo.

Primero fue Nathaly y ahora es Johel. ¿Pero qué demonios es lo que quieren? Carajo. Han estado toda la noche así y ya está comenzando a hartarme mucho. Steve frunce el ceño y sigue mi mirada hacia Johel que no aparta la mirada de nosotros.

–Ese imbécil quiere que le rompa la cara. –Gruñe apretando los dientes.

Lo tomo de las manos sobre la mesa.

–No le prestes atención. –Le pido con mucha suavidad antes de que se levante de la mesa y golpee a Johel. –No vale la pena y además, estamos disfrutando de una agradable velada. –Le lanzo una mirada asesina al imbécil de Johel y por fin aparta la mirada de nosotros.

Steve asiente.

–Está bien. –Suspira. –Pero si ese imbécil se acerca a nosotros para molestar, lo pondré en su lugar sin importarme una mierda.

Niego con la cabeza resignada. Diga lo que le diga no cambiara de opinión. Solo espero que Johel no cometa la gran estupidez de provocar a Steve porque de lo contrario, la noche se pondrá... interesante. Sonrío de medio lado al imaginarme este espectáculo y en silencio nos terminamos nuestro postre.

–Con su permiso, me llevare los trates. –Nuestro mesero aparece y recoge nuestros platos. ¿Desean que les traiga algo más? –Nos mira intercaladamente.

Tomo mi copa vacía y la coloco sobre su bandeja.

–¿Me podrías traer otra copa de champang, por favor? –Le pido con mucha amabilidad.

El mesero asiente con rapidez.

–Por supuesto que si, señorita.

–Que sean dos. –Interviene Steve colocando también su copa sobre la bandeja.

Destino encontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora