Tomo mi teléfono de la mesa y al encender la pantalla veo con los ojos abiertos como platos que son las dos y treinta de la tarde. Joder. Ya se me hizo un poco tarde para mi cita en el hotel Hilton con la diseñadora de interiores. Recojo todas mis cosas bajo la atenta mirada de Rose.
—¿Te marchas? Pero es un poco temprano. —Toma su lata de Coca Cola y le da un sorbo.
—Si. —Me coloco el bolso sobre los hombros. —Tengo una cita con la diseñadora de interiores qie se encargará de decorar para la fiesta sorpresa de Steve.
Rose sonríe de medio lado.
—Jamas te veria organizando una gra fiesta. —Deja su lata vacia sobre la mesa y se levanta moviendo las caderas como si estuviera bailando.
La miro mal.
—No es una gran fiesta. Solo será una reunión con sus padres y unos cuantos amigos. —Coloco la silla en su lugar, entrelazo mi brazo con el de ella y caminamos a treves del resturante. —Es algo que quiero hacer por el. —Empujo la puerta de cristal y salimos.
—Es un lindo detalle. —Me sonríe con complicidad. —Que su primera fiesta de cumpleaños sea preparada por su novia le va a encantar.
Sonrio ampliamente.
—Pues eso espero. —De reojo veo a que Henrry sale de su camioneta y me abre la puerta. —Bueno loca, ya me tengo que ir. Nos vemos luego. —Le doy un fuerte abrazo.
—De acuerdo, nos vemos luego.
Me separo de ella y me acerco a Henrry que tiene los brazos cruzados sobre el pecho mirando a nuestro alrededor con ojos de alcon tras sus lentes oscuros.
—Hola Henrry.
—Buenas tardes, señorta Thompson. —Se hace a un lado para dejarme pasar.
Entro en el coche. Creo que debería de consultar la lista de invitados con el por una ultima vez como lo hize anoche solo por su acaso. Henrry se mete en el coche y se abrocha el cinturón de seguridad.
—Henrry, ¿quieres que revisemos la lista de invitados antes de enviar las invitaciones? —Necesito estar completamente segura antes de ir a la imprenta para que me hagan las invitaciones.
—Por supuesto. —Me extiende su mano y le entrego la lista.
Con el ceño muy fruncido, mira uno a uno los nombres de la lista como por dos minutos hasta que me la devuelve.
—¿Y?
—La lista me parece prefecta pero, ¿no piensa invitar a la señorita Nathaly...?
—No. —Le arrebato la lista de las manos. —Esa mujer es muy impetinente y si la invito puede hacernos pasar un muy mal momento. No quiero que el cumpleaños de Steve se vea estropeado por ella. —Guardo mi agenda en mi bolso.
—Como usted diga, señorita. —Arranca el coche y nos saca del estacionamiento a toda velocidad.
Entonces me acuerdo de una cosa.
—¿Crees que sea necesario doblar la seguridad ese dia? —Le pregunto con nerviosismo. —Esa noche estarán presente los padres de Steve y...
—Ya me estoy encargando de contratar a cinco o seis guardespaldas extras para el señor y la señora Jones. No se preocupe por esto, señorita.
—Bien. –Suspiro aliviada.
Desde que le informe a Clare sobre la fuesta sorpresa y me confirmo que vendrían, he temido un poco por la seguridad de ambos. Estoy llevando lo de la fiesta en privado. Muy privado. Pero uno unca sabe cuando podría aparecer un maldito loco y arruinar todo. Es mejor contratar seguridad extra y estar protegidos que tomar riesgs a que nos pueda ocurrir algo malo.

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Destino encontrado
RomanceNO admito: 1. Plagio 2. fotocopia 3. adaptación 4. cambios 5. similitudes con otras obras en esta plataforma o cualquier otra plataforma. 6: Transcripción 7: Reproducciones ilegales sin mi autorización. Esta obra es...