Destino encontrado

Capitulo 28

     –Sean bienvenidos al Balthazar –El amable portero nos da la bienvenida al fino restuarante.

Se haca a un lado y nos deja pasar.

Los cuatro le soreimos como a modo de agradecimiento y entramos en el resturante que esta a rebosar de personas vestidas elegantemente. Este restaurante es uno de los mas costosos de la ciudad asi que, esto no me sorprende.

Una camarera se nos acerca con algo de timidez.

–Muy buenas noches, señores Jones y señorita Thompson. Su mesa esta por aquí. –Da medio giro. –Siganme, por favor. –Nos pide con amabilidad.

Lo cuatro empezamos a caminar a través del resturante siguiendo a la guapa camarera que nos ha recibido. Miro todo a mi alrededor deleitándome con la decoración del lugar. Wao. No me cabe la menor duda de que este es uno de los restaurantes mas prestigiosos.

Miro uno a uno a las personas a mi alrededor y de pronto de me paro en seco quedando completamente petrificada por lo que estoy viendo justo ahora...

No. Esto tiene que ser una mala jugada de mis ojos.

No puedo creer que el hombre y la mujer que están sentados a unas mesas alejadas agemos a todo tomándose de la mano como si fueran una pareja sean mi padre y Penelope.

No. No pueden ser ellos.

Lo de mi padre y Penelope termino hace mucho y ya no están mas juntos. Eso es imposible. Ellos no pueden estar aquí tomándose de la mano y besándose...

–Cariño, ¿estas bien? –Steve interrumpe mis pensamientos, pero no le contesto.

Estoy totalmente muda observando al hombre que es mi padre engañándome una vez mas.

¿Qué demonios hace aquí en la ciudad?

¿Desde cuando?

¿Y por que no me dijo que aun continuaba viéndose con Penelope en todod este tiempo?

Penelope...

Ella también me ha estado engañando todo este tiempo.

¿Cómo fue capaz de verme la cara y no decirme nada de esto?

Joder.

Esto no esta nada bien.

Ambos debieron decirme...

–Carajo. –Murmura Steve al darse cuenta de lo que estoy observando. –¿Tu sabias de esto?

Lo miro con cara de poquer.

–Por supuesto que no. –Gruño enfadada. –No tenia idea de que ello continuaban viéndose a mis espaldas.

–Cielos, esto si que no me lo esperaba.

–Mi padre me había dicho que lo suyo con Penelope se había acabado hace mucho tiempo. –Regreso mi vista a ellos y hago una mueca al verlos sonreírse mutuamente totalmente ajenos a que los estoy observando.

De reojo veo que Steve se mordisquea el labio con nerviosismo.

–Quizas te mintió por una buena razon.

–¿Y cual razon podría ser esa? –Espeto furiosa. –Ya no soy una maldita niña para que me oculten estas cosas. –Me hecho un mechon de pelo tras los hombros.

Steve me toma de la mano y trata de traquilizarme un poco.

–Olle, vinimos aquí para disfrutar de una buena cena, ¿lo recuerdas? No permitas que tu padre y Penelope nos lo arruinen. Ya después hablaras con ellos pero este no es el lugar ni el momento adecuado para eso.