Destino encontrado

Capitulo 25

     Me remuevo un poco entre las sabanas y poco a poco abro los ojos. Miro a mi lado y una enorme sonrisa me ilumina el rostro. Hoy, 24 de Julio Steve cumple veinticinco años. Hoy finalmente es su cumpleaños y no podría estar mas emocionada al respecto.

Muero por que llegue la noche y Steve vea la sorpresa que le tengo preparada. Todos los invitados están conformados y solo faltan pequeños detalles en la decoración que resolveré una vez salga de la universidad.

La fiesta estará increíble.

Hoy es su cumpleaños y quiero que la pase bien. Muy bien en su dia especial. Miro al reloj de la mesita de noche y veo que marca las cinco y treinta. Maldición. Esperaba dejarlo dormir unos minutos mas, pero ya es hora de que ambos nos levantemos de la cama y nos preparemos para marcharnos.

Estiro mi mano enterrándola en su suave pelo y se lo acaricio suavemente. El comienza a removerse. Me inclino sobre el y le mordisqueo el lóbulo de la oreja.

–Hora de despertarse dormilón. –Murmuro contra su odio sin dejar de acariciarle el pelo.

El gruñe bajito despertando de su sueño. Se gira abriendo sus ojos y entonces me mira.

–Feliz cumpleaños, amor mio. –Le doy un beso en los labios y le aparto unos mechones de pelo de la cara.

Me lo como a besos.

El sonríe ampliamente y su mirada se ilumina.

–Gracias cariño. –Me da una palmada en el muslo.

–Hoy cumples veinticinco. ¿ya te sientes mas viejo?

Suelta una carcajada.

–Un año mas que ayer. –Me acaricia el muslo de arriba abajo.

Me inclino sobre la mesita de noche, abro el cajón y saco su regalo.

–Toma cumpleañero. –Le extiendo el regalo.

El arquea las cejas tomando su regalo.

–¿Me compraste un regalo? Pero que novia tan considerada.

Lo miro mal.

–Solo ábrelo. –Le pido y el le da vueltas a su regalo.

Me mordisqueo las uñas de las manos con algo de nerviosísimo observándolo desenvolviendo su regalo. Joder. Espero le guste. Me costo mucho poder conseguirlo y...

–No me jodas. –El desenvuelve su regalo y al ver de que se se trata, abre los ojos como platos y se queda sorprendido unos instantes. –¡No me jodas! –Saca el libro de su envoltorio y lo observa como si fuera la cosa mas hermosa del mundo.

Sonrio ampliamente y suelto una carcajada al ver su expresión. Esta era justo la reacción que esperaba. Me aplaudo mentalmente orgullosa y feliz al mismo tiempo al ver que le gusto su regalo.

El le quita el plástico con urgencia y hojea las paginas.

–Se lo mucho que te gusta Stephen King y como este libro aun no lo tenias pensé que...

–¡Es perfecto! –Se rie a carcajadas y me da un beso en los labios. –Joder. Este es el regalo mas perfecto que hayas podido darme. Gracias amor. –Me da otro besa en los labios.

–No tienes nada de que agradecer. Lo feliz que estas es mas que suficiente para mi. –Le pellizco la mejilla y vuelvo a mirara el reloj de la mesita de noche. –Ya son prácticamente las seis de la mañana. Hora de levantarse.