Capitulo 4

319 26 4
                                        

     —Carajo cariño. Te has vuelto más insaseable que antes.—–Susurra contra mi oído con voz áspera y agitada. Sale de mi interior, me rodea la cintura con su brazo y me estrecha contra el.

Yo sonrío totalmente satisfecha y complacida colocando mi cabeza sobe su pecho acurrucándome contra el disfrutando de este momento post coital. En definitiva fue una gran idea venir a casa después de las compras. No hay mejor manera de disfrutar un precioso domingo por la tarde que haciendo el amor con Steve.

—La verdad no entiendo por qué. —Susurro contra su pecho rodeándole la cintura con mis brazos.

—No te hagas la tonta conmigo, señorita. —Me reprende con ternura dándome un azote en el trasero. —¿Quieres tomar una siesta antes de ir a cenar esta noche? —Murmura cintra mi pelo.

¿Tomar una siesta antes de ir a cenar?

La verdad es que no sería mala idea. No tengo ningún plan para el resto de la tarde. Ya he resuelto todos mis deberes de la universidad y mi próximo libro ya lo tengo bastante adelantado por lo que, no tengo que preocuparme por el por el resto del dia de hoy. Además, siento el cuerpo un poco aturdido después de.... Bueno, hacer el amor con el.

—Si. —Bostezo. —Tomemos una rápido siesta. —Suspiro cerrando los ojos. —Así tendremos energías Para la noche. —Bromeo de manera picarona y sonrío al sentir que me da otro azote en el trasero.

—¿Acaso quieres acabar conmigo? —Su vos denota sorpresa y suelto una carcajada. —¿Pero qué hare contigo cielo? —Me besa el pelo.

—Podrías hacer muchas cosas. —Murmuro soltando otro bostezo y a los pocos segundos, me quedo completamente dormida.

—Cariño, ya es hora de levantarse. —Steve murmura mordisqueándome el lóbulo de la oreja.

Gruño despertándome de mi sueño.

Abro los ojos ojos poco a poco y me encuentro con sus enormes ojos verdes observándome con cariño. Aturdida, me incorporo de la cama despacio con Steve sobre mi y miro a mi alrededor. La habitación esta un poco en penumbra. Miro hacia el reloj y veo que son las seis de la tarde.

Carajo...

¿He dormido toda la tarde?

Esto no mi puedo creer. Joder, ¿Cómo es posible esto? Yo tenía la intención de dormir una o dos horas, por lo mucho. No todo el maldito día. Sé que ya había dicho antes de que tenía la intención de tomar vitaminas, pero esta vez va en serio. me preocupa sentirme tan aturdida y cansada sin motivo alguno.

Steve me mira algo preocupado.

—Si. —Frunce el ceño. —Te veías algo cansada y por esto te deje dormir todo el día. —Estira su mano y me coloca un mechón de pelo tras la oreja.

Sacudo la cabeza.

—No había motivos para sentirme cansada. —Me quito las sabanas de encima y me levanto de la cama. —Empezare a tomar vitaminas. —Declaro estirándome de brazos y piernas.

—Pues tomar vitaminas nunca este demás. —Steve se levanta de la cama y se dirige al armario. —Creo que deberíamos comenzar a arreglarnos. Tenemos nuestra reservación a las siete y treinta.

Lo miro con curiosidad.

—¿A dónde planeas llevarme a cenar? —Doy un paso hacia el. —Acaso iremos a comer pizza? —Lo pico con esta broma cruzándome de brazos sobre mi pecho.

El bufa como toro ofendido.

—Si yo voy a llevarte a cenar, jamás lo haría una pizzería cualquiera Beth. —Se da la vuelta centrando toda su atención en la ropa del armario. —Además, esta sería una cena de bienvenida.

Destino encontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora