–Cariño, es hora de que nos arreglemos. –Steve entra en la habitación estirándose de brazos. –El crucero zarpa a las ocho y treinta.
Despego la mirada de la pantalla de la laptop y miro el reloj. Son las seis de la tarde. Y no me sorprende para nada. Cuando escribo, me abstraigo completamente y pierdo la noción del tiempo. Miro con orgullo mi libro en la pantalla. Ya está listo. Lo guardo y hago una copia de seguridad por mera precaución. Siempre lo hago.
Miro a Steve y asiento con la cabeza.
–Si. –Apago la laptop y me levanto de la cama de un salto. –Comenzare a prepararme. –Tomo mi toalla del armario y salgo corriendo de la habitación.
Ya en el baño comienzo a prepárame para la velada.
Me observo con total detenimiento en el enorme espejo de cuerpo completo. Este fino, delicado, sencillo y ajustado vestido color crema resalta el tono bronceado de mi piel y me encanta. Me acomodo los rizos a un lado sobre los hombros y me coloco lápiz labial rojo cereza sobre mis labios.
¡Perfecta!
–Steve, ya estoy lista. –Hablo lo suficientemente alto para que me escuche hasta la habitación de baño mientras guardo mi lápiz labial en mi estuche de maquillaje.
Segundos después, Steve entra en la habitación pasándose las manos por el pelo. Esta guapísimo con esa camisa blanca remangada hasta los codos y ese pantalón liso color negro. En cuanto me ve, la lujuria recorre su rostro.
Se acerca un paso más hacia mí.
–Te vez increíble cariño mío. –Me toma de la mano y me hace dar un giro completo quedando frente a otra vez.
–Oh, gracias señor Jones. –Le doy un fugas beso en los labios. –Usted tampoco se queda atrás. Estas para comerte.
Y me quedo corta.
El arquea las cejas divertido.
–Pues cuando regresemos del crucero, podrás comerme todo lo que quieras. –Me devuelve el pico en los labios. –Y ahora tenemos que marcharnos.
Asiento y reojo todas mis cosas lo más rápido que puedo y lo guardo en mi bolso
–Andando. –Lo tomo de la mano y los dos salimos del apartamento.
Afuera hace un frio que me cala los huesos. Me froto los brazos tratando de entrar un poco en calor. Miro a mi alrededor y de inmediato veo la camioneta de Peter acercándose a nosotros.
Pete se estaciona, sale del coche y nos abre la puerta.
–Buenas noches, señor Jones y señorita Thompson. –Nos saluda con mucha cortesía y una leve inclinación de cabeza.
–Buenas noches Peter. –Le devuelvo el saludo con igual de cortesía y me meto en el coche con mucho cuidado de no arruinar mi vestido.
Me acomodo lo mejor que puedo y tras darle algunas instrucciones a Peter, Steve se mete en el coche sentándose junto a mi colocando su mano sobre mi muslo y me lo acaricia de arriba abajo.
Me giro hacia el recordando una cosa muy importante que no he habado con el este día. El tal Joseph. El nuevo novio de mi madre. En la tarde, mientas hacia mis deberes de la universidad, mi madre me ha llamado y me ha dicho que su novio no ha parado de hablar de mi desde que llegaron a Nortphield.
Cosa que me pone algo nerviosa. Es normal que hable de mi después de conocerme, pero no en la manera en la que me dio a entender mi madre. Es extraño y tengo que ir con pies de plomo y los ojos bien abiertos.

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Destino encontrado
RomanceNO admito: 1. Plagio 2. fotocopia 3. adaptación 4. cambios 5. similitudes con otras obras en esta plataforma o cualquier otra plataforma. 6: Transcripción 7: Reproducciones ilegales sin mi autorización. Esta obra es...