Capitulo 31

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–¡No me jodas! –Exclama Steve abriendo los ojos como platos por la sorpresa.

Me encojo un poco.

–Asi como lo escuchas. Mi madre descubrió el amorío entre mi padre y Penelope. –Tomo uno de mis rizos y lo envuelvo entre mis desos. –Una pequeña parte de mi se siente aliviada de que ya lo haya descubierto. Pero por otra parte me siento mal por ella. Debiste ver la expresión en su rostro cuando supo la verdad.

Steve se deja caer sobre la cama a mi lado colocamdo una mano sobre mi muslo.

–Si para ti fue todod un shock, no me puedo imaginar lo que tuvo que haber sentido tu madre al ver a su ex esposo con la mujer que te pario.

–Se que le dolio. Lo vi en su rostro.

A cualquiera le dolería.

Sacudo la cabeza y me incorporo en al cama.

–Aun es temprano, ¿Por qué mejor no salimos a dar una vuelta? Quiero depejr mi mente.

El se incorpora a mi lado.

–De acuerdo. Le dire a Peter que...

–No. Nada de Peter. Quiero que seamos solos tu y yo. –Se lo ruego con la mirada.

No tengo nada eh contra de Peter. Es solo que a veces me gustar sentir que somos una pareja común y corriente.

Veo la duda recorrer sus ojos.

–Bien, nada de guardespaldas. –Me extiende la mano con uan sonrisa picarona.

La devulevo la sonrisa toándole de la mano y salimos del apartamento. En el estacionamiento, buscamos su coche en su área reservada y entramos.

Acaricio el asiento.

Siento que fue hace meses que no he montado en este coche.

–¿Y a donde se te apetece ir? –Se abrocha el cinturón de seguridad.

Lo medito unos segundos.

Lo cierto es que no tengo en la cabeza un lugar en especifico. Solo quiero salir y disfrutar del dia con el sin preocupaciones. Ir a cualquier parte improvisadamente.

–A cualquier parte. Llevame a cualquier parte.

El se hecha a reir a arranca el coche.

–Como usted ordene. –Piso el acelerador y nos saca a toda velocidad del estacionamiento.

–Creo que también podríamos...

Mi teléfono empieza a sonar interrumpiéndome como siempre. Lo saco de mi bolso y en la pantalla veo el nombre de mi padre. Mierda. De seguro que quiere hablar conmigo por lo que paso esta tarde. Durante medio segundo pienso en no contestarle la llamada, pero de nada sirve aplasar esta conversación.

–Dime papa. –Le contesto con voz tranquila.

Steve me mira e reojo mientras conduce.

–Cariño, necesitamos hablar. –El se aclara la garganta. –Penelope, tu y yo necesitamos hablar sobre lo que paso esta tarde.

Joder.

Ya decía yo.

Me paso una mano por el pelo.

–S, en eso tienes razon. Necesitamos hablar sobre el por que me ha ocultado tu amorío con mi madre biológica cuando se supinia que ustedes no tenían nada que ver. –Mi tono es mucho mas severo de lo que pretendía, pero no puedo evitarlo.

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