XXIV

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Mínho guardaba los utensilios de cocina de Felix mientras el pecoso hablaba alegremente en la cocina. El mayor había estado calculando en su cabeza que la mayoría de los seres humanos pasan años enteros en el colegio o incluso durmiendo, pero Felix se pasaba las horas en ese cuarto. Es más, si el rubio tuviera que construirse una casa es probable que solo tuviera cocina y baño, el resto le sería inútil.

-...Y todo esto porque le había colocado una cucharada de cacao de más, pero pur suerte lo descubrí y ahora puedo evitarlo. -Terminó de contar el pecoso, Mínho agradeció mentalmente que así sea, lo único que escuchaba era "Brownies" "Horno" "Competencia".

-¿En algún momento dejas de hablar de la cocina o eres así de pesado todo el día? -Se quejó el mayor, dejando una fuente en su lugar y recibiendo un golpe en su cabeza.

-La competencia es mañana, no puedes pretender que no esté nervioso. -Felix se cruzó de brazos haciendo un pequeño puchero, la verdad es que estaba mucho más que nervioso.

-Lo haras genial y lo sabes. Nadie te puede ganar en pastelería incluso si quisieran. -Halagó Mínho, acariciando la cabeza de Felix y trasmitiendole confianza, sabía que cuando se ponía nervioso hablaba mucho, pero no había porque estarlo.

-No lo sé, esforzarse a veces no alcanza. -Comentó un cabizbajo Felix mientras escondía su rostro en sus manos.

-Pero te saca del punto de partida, al menos sabes que mejoraste desde la última competencia. No vas a colocar una cucharada de cacao de más y eso solo lo aprendiste equivocandote. -Apoyó Mínho, dedicándole una linda mirada al menor, Felix sonrió.

-Gracias, Hyung. -El rubio asintió, pero en su cabeza apareció otro pensamiento.-Por cierto, ¿Que ocurrió con Jisung al final?

Mínho le había contado lo básico, le había dicho sobre su reconciliación y sus últimas charlas, pero no le había dicho nada sobre el beso y su posible avance. Lee realmente deseaba algún día poder sacar a Han de esa casa y darle una vida que merecía, no sabía que tipo de encanto le había hechando Jisung pero no podía sacarse al castaño de la cabeza ni un segundo.

-Nos besamos. -Admitió Mínho, razcando su cabeza en un acto nervioso y recordando con detalle esa noche, momentos que pasarían a formar parte de un álbum en su memoria para siempre.

-¡No puede ser! -Gritó Felix, tapando con sus manos su boca como si eso evitará que un grito se le escapase. -Por dios, Mínho, lo hiciste. Felicidades.

-Gracias, solo espero que esto solo avance y no retroceda. -Deseó el morocho, apoyando su barbilla en la palma de su mano y mirando directo a su hermano menor.

-¿Porque retroceria? Jisung parece estar avanzando, es solo cuestión de tiempo para que abra los ojos. Su familia dejo de ser su familia hace tiempo. -Habló con sinceridad el pecoso y Mínho sabía que no se equivocaba.

Pero muy dentro de el sabía que tampoco podía forzar a Jisung a nada, su vida solo le pertenecía a el, incluso si su madre se la arrebataba de sus manos, seguía llevando el título de su nombre y el era el único que podía recuperarla. Mínho estaría ahí, lo apoyaría, pero el único que podía cortar lazos con el pasado directamente era Jisung y si el no quería hacerlo, Lee no podía hacer mucho.

-Me da miedo perderlo y que se pierda el. -Se sinceró Mínho, bajando la mirada y dejando que los pensamientos le atormenten.

-Es fuerte, estoy seguro que luchará.

-Se que ya no es un niño, pero le han dicho como vivir y que creer toda su vida, es probable que cuando pierda esa brújula se encuentre perdido en un limbo de pensamientos. -Habló con tristeza Mínho, pensando en lo difícil que había sido la vida del menor.

GARDEN - [Minsung] [FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora