XX

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Mínho se quedó en silencio, realmente su mente estaba en blanco. ¿Que podía decirle a un chico que había sufrido tanto? ¿No merecías eso? Por supuesto que no lo merecía, pero estaba tan roto internamente que sus palabras no serían ningún pegamento para toda esas cosas, incluso se había autoconvencido de que el problema en esta historia, era el mismo.

Jisung por su parte, no dijo nada por miedo a como fuera a reaccionar Mínho, no pensó jamás contarle toda la historia de su vida a alguien que podría desaparecer tan fácil como lo hizo su padre. Pero luego de que ese morocho que tenía al lado fuera el único en decirle que el amor no tenía género, le había transmitido más confianza.

Pero... ¿Y si Minho estaba mal? ¿Y si el también tiene otro tipo de enfermedad y por eso lo apoya? ¿Y si se arrepiente?

Sus ojos temblaron, le aterraba quedarse solo de nuevo, le aterraba esa oscuridad constante y ese silencio atormentante. Le asustaba volver a colocarse las cuerdas de su marioneta y esperar el próximo paso sin voluntad propia que daría. Estaba tan malditamente aterrado y Minho lo había notado.

Así que sin aviso, sin ningún tipo de advertencia o señal, Mínho rodeo el frágil cuerpo de Jisung con sus brazos. No era más nada que un insignificante abrazo, pero el menor recibió un golpe de calor entre tanto invierno, había un pequeño refugio donde esconderse de aquella espantosa tormenta. Y ahora le aterraba más perder ese refugio que cualquier otra maldita cosa en el mundo.

Ambos se quedaron ahí, abrazados en la cama del menor, no había más nada que ellos en la medianoche abriendo su corazón y pasado a personas que realmente esperaban lo apreciarán.

Mínho acarició suavemente la cabeza del menor y espero a que fuera el quien terminara el abrazo, pues era quien más lo necesitaba. Y asi pasaron unos segundos antes de que Jisung decidiera alejarse y fijar su mirada en el suelo.

—Gracias. —Una pequeña lágrima se le escapó sin ningún permiso, la limpio rápidamente. Ya estaba en una posición muy vulnerable como para seguir rompiéndose a pedazos al frente de su vecino.

—Jisung. —Lo llamó suavemente Mínho, buscando que le mirara directo a los ojos, le levantó la barbilla hasta su altura. Ahora ambos conectaban miradas, tan diferentes pero a la vez tan llenas de los mismos sentimientos.— El pasado es solo un camino que te construyó a su manera para converirte y traerte a dónde estás y quién eres ahora.

Jisung asintió, realmente la sensación que se le creaba en el pecho al tener a Mínho a su lado y saber que no superaban las posibilidades de que se vaya a las que de que se quede, era algo conmovedor y mágico. Juró que ese momento se quedaría en un rincón de su memoria incluso si era incorrecto; incluso si estaba mal.

—Lo siento. —La voz se le quebró, si seguía hablando mucho tiempo acabaría soltando un mar de lágrimas que luego se arrepentiría de haberlo hecho.

—¿Por qué? —Preguntó Mínho, ladeando su cabeza en conmoción.

—Porque soy un problema. Si no me hubiese asomado por aquella ventana esa tarde mientras arreglaban el jardín, no me hubieses conocido y no tendrías que lidiar a media-noche con un enfermo mental que no deberías estar viendo.

—Han...—Minho soltó su apellido como una ráfaga de viento frío que te dan justo en la nuca en pleno verano. Le destrozaba internamente los pensamientos del castaño, le rompían el corazón y se lo rompía a el mismo.—Escuchame bien. ¿Si? Jamás vuelvas a decir una cosa semejante. No eres ningún enfermo mental, eres un humano precioso. Eres quien crees ser y no quien los demás digan que eres. No mereces sufrir de ese modo, ¿Sabes por qué?

—¿Por qué?

—Porque no eliges a quien amar. Simplemente lo haces y no puedes demandar a tu corazón por la elección que hizo. Así que aleja esos pensamientos destructivos y ama cada centímetro de ti, porque tienes los mimos derechos que todos a tu alrededor.

GARDEN - [Minsung] [FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora