VIII

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Jisung se quedó congelado en su lugar procesando la petición de su madre.

—Salgan un rato, tengan un momento a solas y luego vuelvan. —Y tras decir esas palabras y dejar todo el peso en la sala principal, se retiró a su despacho.

Soltando una bomba y refugiándose para que el resto la sufriera. Esa era su madre.

Jisung movió un poco incómodo sus manos, no había tenido ninguna relación con nadie, mucho menos sabía relacionarse con las personas, así que ese momento solo le podía producir incomodidad. La rubia tampoco parecía estar muy cómoda, tenia que entender que ambos ahí eran los obligados.

—¿A dónde te gustaría ir? —Empezó hablando el morocho, mirando de reojo a Jiwon, quien no se atrevía ni a devolverle la mirada.

—Amh... Bueno, no conozco mucho este lugar, podríamos caminar por ahí y comer algo.

Jisung asintió, no parecía una mala chica ni mucho menos alguien con quien tendría una relación de odio, pero solo podía pensar en que odiaba esa situación. La odiaba mucho.

Ambos juntaron sus cosas y salieron de la casa. Jisung sintió un alivió al estar fuera de está, esas paredes todos los días le atormentaban hasta asfixiarlo, y estar fuera era lo único que le calmaba.

La rubia y él caminaron tranquilos por la calle, la noche había caído y lo único que se oía eran sus suaves pasos en la vereda, sus respiraciones tranquilas y uno que otro auto pasando. El silencio les había invadido su espacio y no parecía ninguno molesto con aquello.

Aún así, fue Jisung quien decidió oportuno entablar una conversación si se suponía que iban a pasar más momentos así.

—Asi que, Jiwon, ¿Que estudias? —Preguntó dedicándole una pequeña mirada a la rubia.

—Quieren que sea contadora. —Se rascó la nuca nerviosa. No parecía contenta al decirlo.

—¿Y tu qué quieres? —Al hacer la pregunta, Jiwon le miró sorprendida, como si esa pregunta estuviera prohibida.

—Eso no importa, seguro termine siendo contadora. —La rubia volvió su vista al frente, haciendo una mueca y dejando a Jisung con varios pensamientos negativos sobre ello.

Pero, ¿Que podía opinar el? Si estaba haciendo exactamente lo mismo. Básicamente, sus vidas eran igual de controladas por sus padres estrictos.

—Aún si vas a ser contadora, ¿Que es lo que te gusta? —Jisung indagó, buscando una sonrisa o algún brillo en los ojos de la rubia. No le gustaba esa tensión que se había formado de pronto.

—Me gustan las telas. —Admitió, sonriendo en lo bajo.—Me encanta el diseño de ropa, realmente disfruto dibujar bocetos e imaginarlos en una persona.

Jisung inconcientemente sonrió, imaginando a la rubia en un taller, dibujando y creando prendas que podrían ser usadas por muchas personas.

—¿Tienes algún boceto a mano? —Preguntó curioso, la rubia pareció algo tímida al principio pero unos segundos después sacó su celular con confianza y le mostró varias fotos.

Jisung lo tomó, viendo un vestido azul con una pierna descubierta, un cuello en forma de V y un diseño espacial en su pecho, completamente alineado y hasta diría que hermoso. Se quedó embobado, pasando las fotos, una pollera negra abierta con unos diseños oscuros, una remera blanca con una manga caída y en su lugar otra tela llena de colores. Parecía un estilo raro, pero admitía que hasta a el le gustaba.

—Esto es increíble, Jiwon. —Admitió sonriente devolviéndole el teléfono a la rubia, está se emocionó ante el comentario y su sonrisa se contagio hasta ella.

GARDEN - [Minsung] [FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora