GARDEN - [Minsung] [FÍSICO]

VII

Al día siguiente, Jisung estuvo mínimo 10 minutos para saber si abrir las cortinas era muy pronto o si ya era momento. Había dicho que solo las abriria en caso de que realmente fuera necesario, pero eso se suponía que debía ser dentro de meses, cuando el vecino se haya olvidado de su existencia. No contaba con que sería el mismo quién le buscaría para formar una amistad.

Una amistad...

Jisung estaba soñando despierto. Había visto a su vecino durante meses en aquel jardín bien cuidado pensando en como sería ser el, poder salir a la calle y hablar con otras personas como el. Cuidar de sus plantas cuando quisiera sin pedir permiso y tener esas lindas mascotas que el tenía.

Y ahora se suponía que debía i geniarselas para ver a su vecino a escondidas. Parecían una pareja prohibida en uno de sos dramas heterosexuales que veía en la televisión.

Si su madre lo escuchaba en esos momentos se arrancaría los ojos con dos cucharas, pues le mostraba parejas heteros para que el lo fuera, no para que reemplazará la mujer en la relación por un hombre.

Se mordió el labio nervioso y camino hasta la cortina, extendiendolas hacía los costados y dejando que el tenue sol entrará esa mañana a su habitación. No había durado más de un día, que débil.

—Todo es tu culpa. —Señaló acusante a través de la ventana, como si Minho pudiera verlo, y se fue a la cocina dando pequeños saltitos, no podía no admitir que estaba feliz por su nueva relación con el castaño.

Chris estaba tomando un café en la mesa, tenía muchos libros a su lado y unos lápices, parecía ocupado. Aún así, Jisung se acercó curioso y se sentó al frente de este.

—¿Que haces? —Preguntó el menor, tratando de entender la improlija letra de su profesor.

—Tareas para ti, tu madre me dijo que no te estoy exigiendo demasiado. Así que pasarás tu linda tarde haciendo trabajos.

Y la alegría de Jisung se fue al tacho de basura que descansaba afuera. Se hecho en la mesa, con ambos brazos cruzados y su boca en puchero, ¿En qué momento vería a Minho?

—¿Y guitarra? ¿Cuando es esa clase?

—Hoy no habrá clases de guitarra, debes enfocarte en materias que te sirvan en un futuro.

—Podria ser músico. —Bromeó el menor, sabiendo que aunque le gustaría, eso no sería posible ni aunque viviera dieciocho vidas diferentes.

—Ambos sabemos que tu madre preferiría tirarse de un paracaídas que dejar que su hijo fuera un artista.

Jisung resopló frustado, su Hyung tenía razón. Se resigno a esperar que terminara para empezar su tarde llena de tareas.

—Me enteré de lo de tu futura novia. —Chris le dedicó una de sus miradas compadecientes y volvió a agachar la cabeza a sus cosas.—¿Cómo estás con eso?

—¿Cómo se supone que debo estar? ¿Feliz de hacer feliz a mí madre? No, ella jamás va a estar satisfecha. —Jisung cada día estaba más cansado de esa maldita burbuja de mentiras, debía seguir aguantando, debía pagar su deuda.

—Tu no estás aquí para satisfacer a nadie más que a ti mismo, Jisung. Ten en claro eso. —Chris no podía opinar mucho, se le estaba prohibido, pero tampoco le gustaba ver cómo el menor apagaba el brillo de sus ojos cada vez que debía realizar algo que su madre le obligaba. No era sano.

—Pero si el error lo cometí yo, entonces soy yo quien debe pagar el precio. —Afirmó con la cabeza el menor, tratando de darse más confianza a si mismo de que aquello era lo correcto.