XXVIII

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Mínho sabía que debía estar en el trabajo, de hecho, Felix había comenzado a tocar su puerta con más frecuencia esperando que estuviera bien. Quiso salir y decirle que aún estaba ahí, que no se preocupara, la oscuridad no duraba para siempre, pero no pudo. Y entonces, Felix continúo visitando su habitación cada cierto tiempo, dejando en una bandeja comida y diciéndole unas pequeñas palabras de aliento.

Mínho había cerrado las cortinas de su habitación, ver lo poco estable que aún se mantenian las ramas secas del Olmo le partía el corazón. En esa nube de humo lo había perdido todo, y no se refería solo a su jardín.

No, había perdido mucho más. Su madre estaba representada en ese árbol, en cada una de sus hojas verdes, Mínho aún la sentía con vida. En ese rosal al costado que ahora también presentaba el ataque de la extensión de las llamas. Había perdido a Jisung, la misma noche que perdió años de trabajo y lo único que aún mantenía la esencia de su madre, también perdió al castaño. Había perdido la batalla, se encontraba de rodillas rindiendose y no le importaba mucho si así evitaba más dolor.

Sabía que la madre de Han se había salido con la suya, había aplastado sus pocas esperanzas de sacar a Jisung de ahí ileso y le había empujado bruscamente a la espera de un cambio inexistente. Mínho había sufrido las consecuencias de una vida que no era suya.

Había pensado en avisarle a las autoridades, pero el miedo se había propagado hasta su interior, diciéndole a gritos que cualquier paso en falso podría terminar de arruinar a Jisung y eso no se lo perdonaría nunca. No cuando ya estaba muy hundido.

Esa misma tarde, un día después, la puerta de su habitación volvió a sonar, Mínho se mantuvo en su lugar, esperando la voz de Felix diciéndole que todo estaría bien. Pero en su lugar, hubo otra voz, una distinta y que no había escuchado en un tiempo. Voz que le costó reconocer a través de la puerta.

—¿Mínho Hyung? Soy Hyunjin. —Habló el rubio, esperando una respuesta desde dentro de la habitación. Mínho se congeló en su lugar, no esperaba esa visita.—Se que es raro que esté aquí, de hecho, me enteré de esto por Felix y creí que sería prudente venir. No hace falta que salgas, solo quiero decirte un par de cosas.

Mínho se mantuvo en su lugar, no había sido capaz de moverse ni un centímetro. Le asustaba volver a romper en llanto si veía a alguien ese momento, así que solo se mantuvo estático, esperando que HyunJin continuará solo. Asi fue.

-—Se que mis palabras no van a servir de mucho, la verdad, no se ni que hago aquí. Pero luego de que Felix me contara la noche en que todo sucedió, tuve la necesidad de venir. Se que el valor sentimental del Olmo es imposible de arreglar, no te pido que te levantes y vuelvas a vivir la misma vida de antes. Eso sería algo imposible, pero si todo lo que me contaron es verdad y tu realmente estas enamorado de Jisung, te voy a pedir que, luego de respirar profundo y tomarte tu tiempo, continúes luchando.

Mínho se levantó de su cama, se acercó a la puerta y se mantuvo parado frente a esta, imaginando que HyunJin estaba al frente y no había una puerta de por medio. Dejando que sus palabras impactan en su corazón incluso si parecían irrelevantes. Hyunjin continúo:

—Aún amo a Jisung, lo hice una vez y lo seguiré haciendo, pero yo ya no tengo el poder de arreglar lo roto. Fui un cobarde y no enfrente los problemas, mí edad e inmadurez me condenaron a dejar a Jisung solo frente a la enorme marea. No repitas mis errores, Mínho Hyung. Porque temo que estando tan roto, el agua termine entrando por sus grietas y ahogandolo por siempre. Usa el poder del amor que se tienen y ayúdalo, no hace falta que sea ahora, pero si pronto. Porfavor, Mínho, no dejes que ella se vuelva a salir con la suya.

Hyunjin apoyó su mano en la puerta, tenía miedo de perder a Jisung, estaba aterrado de lo peligroso que se volvía el mundo cuando el poder lo tenía la persona incorrecta. Mínho por su parte no volvió a moverse, los pensamientos le hacían ruido en su cabeza y le impedía pensar con claridad. Hyunjin tenía razón, el había perdido al Olmo y una parte de su alma estaba fragmentada, pero no podía olvidar que Jisung también estaba roto.

GARDEN - [Minsung] [FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora