ONE-SHOTS ¦ STREAMERS

Rubius

Lia caminaba por las calles de Madrid, mientras que miraba su celular de vez en cuando y cargaba con un bolso negro. Desesperada, tomó su celular y marco a su amigo de la infancia, que contesto después de dos tonos.

-¿Dónde mierda estás? te juro que cuando te encuentre voy a darte un...

-¡Eh, eh! ¡¿Pero qué es esto? -Una voz que no era de Mangel sonó, con risitas incluidas. -

-¿Rubius? -Preguntó con notas de emoción en su voz. -

-El mismo. -Rió. - Mangel fue al baño y me dijo que contestara si le llamaban. -Explicó. - Estamos en la cafeteria enfrente de la fuente que está en medio. -Y colgó. -

Rápidamente localizó la fuente de la que hablaba Rubius y miro los establecimientos, encontrándose con la "Cafetería Ginger". Entro y en una mesa al fondo vio dos cabezas conocidas que hablaban y reían. Camino hacia ellos y los saludo, para después sentarse en una silla sobrante.

-Dios, hace mucho que no os veía.

-Ni nosotros a ti, es raro estar aquí después de 7 años. -Mangel hablo, mientras veía el cabello de Lia. - Ya no tienes el cabello morado. -Curvo los labios hacia abajo. -

-Ya ves, pero bueno, cuentenme que habeis hecho con vuestra vida.

-Yo sigo estando en youtube, bueno, algo así, me volví "recononocido" ahí, pero lo dejé un poco de lado. -Soltó risitas. - Ya no subo videos tan seguido a youtube, pero estoy en otra plataforma llamada twich. Hago streams casi todos los días y bueno, me gusta estar ahí. -Sonrió. -

-Yo no subo videos frecuentemente, ni hago streams tan seguido, pero cuando puedo y quiero, lo hago. Aunque si estoy muy activo en twitter. -Mangel rió. - ¿Y tú?

-Me alegro mucho de vosotros, de verdad que os lo mereceis. -Les sonrió. - ¿Os acordais que quería cursar la carrera de fotografía pero que mi familia no estaba de acuerdo porque según ellos no era algo con lo que me fuera tan bien? -Asintieron.- Pues los he convencido y hace seis años terminé la carrera. Ahora tengo el título de fotógrafa y me va muy bien. -Sonrió con orgullo. -

-Me alegro muchísimo de que hayas seguido tus sueños y de que lo hayas conseguido. Yo siempre te dije que ibas a poder. -Felicitó Rubén, mientras que la miraba con orgullo. -

Hablaron otro rato sobre su vidas y Mangel tuvo que irse, así que Rubén acompañó a Lia al apartamento que había alquilado por un mes, pues empezaba a oscurecer y era peligroso andar sola por ahí.

-¡¿Enserio tienes veintiséis?! ¡Tienes cara de puberta! -Bromeó el varón, mientras reía y caminaban por las oscuras calles de Madrid. -

-¡Pues al menos no soy una boomer! -Golpeó su hombro en broma. -

-'Ta feo, 'ta feo eso. -Rió levemente. -

La muchacha negó con la cabeza y le llego una dudad a du cabeza.

-¿Sigues...? -Se arrepintió y cerró la boca, dejando la pregunta en el aire. -

-¿Eh? -Preguntó confundido. -

-Nada, olvidalo.

-Me dejaste con la duda, anda dilo.

-¿Sigues con... Irina? -Susurró lo último. -

-Si... Es muy bonita y casi nunca peleamos, no es como Jane... Hasta creo que... Es momento de vivir juntos.

-Oh... M-me alegro mucho por vosotros, espero que seais siendo novios y se cumpla vuestro plan de vivir juntos. -Sonrió levemente y se dio cuenta que ya estaban en la entrada de su apartamento. -

-Pues... ¿Gracias? -Rió débilmente. -

-Éste es mi apartamento, vivo en el piso 19, apartamento 97, ya sabes, por si pasa algo. -Bromeó mientras trataba de cortar la tensión y la incomodidad del momento. -

Rieron muy bajito y Lia suspiro.

-Creo que no fue muy buena idea que volviera, estaba mejor en Alemania... -Susurró para ella, pensando en voz alta. -

-¿Qué? ¿Por qué?

-¿Eh? Ah, nada... Es que hay un chico que me gusta que vive aquí, pero el tiene otros planes y nunca se intereso en mí, y... Por eso me fui a Alemania, traté de olvidarlo, pero no pude. Sigue siendo igual de gilipollas y tonto que cuando me fui. -Agregó una risa a lo último. -

-Pues en ese caso, esa persona no merece tu amor, deberías buscar a otra persona y no lamentarte por personas como él o que se yo, nunca di consejos de amor. -Se rasco la nuca. -

-Tienes razón, debo olvidarlo, sea como sea. Y creo que hasta ahora he progresado... En uno de mis viajes a Los Ángeles, conocí a un chico espectacular. Se llama Alejandro, me dijo que era de España pero que había ido a Los Ángeles porque lo habían invitado a un evento y fue muy agradable, intercambiamos números y hasta día de hoy seguimos hablando. Me contó muchas cosas de él y parece muy buena persona. -Sonrió. -

-Un amigo mío se llama Alejandro, y también iba a eventos de YouTube a Los Ángeles, pero sería mucha casualidad que sea el mismo que yo conozco. -Rió. -

-Ya... Me tengo que ir, deje un buen pastelito para después en la nevera. -Sonrió. -

-Vale, llamame por cualquier cosa, ¿Sí? Adiós. -Se despidieron de un beso en la mejilla, cosa que para hacer el varón se tuvo que agachar pues el metro setenta y cinco de Lia (y aunque se consideraba alta) no ayudaba mucho. -

Cada uno se fue por su lado, Lia entro al elevador y fue a su piso, mientras que Rubén se dirigía a su casa.