DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.
Derechos Reservados.
Capítulo 16: "Conteniendo la Pasión"
Los hermanos se pasearon impacientes por la estancia, cuando vieron al otro aparecer, uno de ellos, el más impetuoso, corrió a su lado y casi se colgó de su ropa.
- ¡Oh! ¿Dónde andabas? Ya supimos que anoche te apareciste en la fiesta de los repugnantes Taisho ¿en qué diablos estabas pensando?
Bankotsu hizo una mueca de desagrado, apartó las manos de su hermano de su ropa y caminó pesadamente hasta su sillón favorito en donde se sentó de mala gana.
- Tenía curiosidad en conocer a... la prometida de Inuyasha...- Masculló, posando sus ojos en un cuadro medieval colgado en la pared.
- ¡Oh! ¿es cierto eso? ¿será posible? – Sollozó casi histérico y acurrucándose a los pies de su hermano- ¿Al fin tiene prometida? Qué desgraciado... malvado...
- Ya, cállate y deja de llorar Jakotsu...- Gruñó el otro hermano, quien se acercó al que estaba en el sillón y lo miró con seriedad.- ¿Tiene prometida? Así que ya tiene dueña el castillo... ¿y cómo es?
Se formó una sonrisa sensual en sus labios y su mirada azul oscuro brilló de perversidad.
- Hermosa... y muy impetuosa... los vi a los dos hace un rato... se comportan como unos descarados... aprovechando que estaban solos casi se arrancan la ropa sin importarles nada...
- ¡Oh! ¡Ya basta, basta!- Chilló Jakotsu tapándose los oídos y levantándose del suelo. Los otros lo miraron incrédulos, pues este lloraba amargamente- ¡Qué cruel eres al decir todo eso en frente mío! ¡No sabes como sufro! Desearía matar a esa perra que me quitó a mi Inuyasha...
- Ya cállate y no hables estupideces...- Rezongó Bankotsu, aburrido de él y sus vergonzosos berrinches. El afeminado hermano lo miró con rencor y luego corrió a su habitación. Los otros dos suspiraron con resignación.-... idiota...- Masculló finalmente, haciendo una mueca de desprecio.
- Ese hombre tiene más vida que un gato... toda la tripulación pereció, sin embargo, él se salvó... – Dijo Renkotsu con rencor- ¿Qué haremos ahora? Seguro debe sospechar de nosotros...
- ¡Y que sospeche!- Masculló su hermano.
El otro lo miró dubitativo y se acercó cruzándose brazos.
- ¿Qué es lo que sucede?
- No sabes como odio a ese Inuyasha... realmente lo odio... pero lo acabaré... juro que lo acabaré...
Su hermano entendía su odio. Era por puro orgullo, más que por las tierras que siempre habían peleado. Inuyasha era igual de bien parecido que Bankotsu, tenían los mismos 25 años, populares, ricos y poderosos, sin embargo, las mujeres siempre preferían primero al joven Taisho dejando como premio de consuelo a su hermano... el orgullo de los hombres sobre todo en el de su hermano era algo con lo cual no se transaba... y esto era como una batalla entre animales depredadores, el más débil debía desaparecer... así de simple.
- ¿Qué haremos ahora?- Preguntó al fin Renkotsu.
Su hermano tenía la vista fija en el frente, sus manos en puño, su mente quizás en qué lado.
- Ya veremos qué hacer... ya veremos...
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- Este sombrero es muy bonito...- Dijo ella tocando con la punta de los dedos un pequeño sombrerito blanco con florecillas amarillas como adorno.
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Culpable o No
Fiksi PenggemarNunca se había sentido tan usado y engañado en su vida así que quiso vengarse de la forma más absurda pero a la vez cruel: La hermana pequeña. Ella iba a sufrir en sus manos toda su venganza... culpable o no. InuxKagome