Capítulo 31: Después de la Tormenta

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 31: "Después de la Tormenta"

Sesshomaru clavó sus ojos dorados e intensos en la figura de ese petulante ayudante del inspector Matsuoka. Esperó lo prudente, pero el otro seguía conversando con su superior y parecía no terminar nunca... o tal vez lo evitaba, porque lo miraba de vez en cuando con bastante reticencia. El mayor de los Taisho finalmente respiró con fuerza perdiendo toda la paciencia y avanzó con pasos grandes y decididos hasta Kouga. El de ojos azules se sorprendió de tenerlo ya a su lado, se movía muy rápido y sintió cierta incomodidad tenerlo cerca puesto que su estampa robusta y musculosa, con ese rostro temible y endurecido, a cualquiera atemorizaba. Aunque por supuesto Kouga arrugó la frente no demostrando el leve temor que ese hombre le causaba.

- ¿Si?- Le preguntó en cambio, con desdén y frialdad.

Los ojos dorados se clavaron como fuego en sus pupilas azules.

- Necesito hablar con ambos.- Respondió, seco, pero tenía la vista fija en el joven ayudante.

Los hombres no pudieron evitar estudiarlo con rapidez, debido a su profesión, ambos fruncieron el entrecejo y aunque el anciano parecía tranquilo pero inconforme, el más joven lucía irritado y nervioso.

- Usted dirá, señor- Dijo el anciano Matsuoka. Sólo en ese segundo Sesshomaru se dignó a mirarle.

- Quiero saber si es 100% seguro que mi hermano es culpable, señores, la vida de una persona no es un juego.

- Sabemos que no es un juego...- Respondió con sarcasmo Kouga.

El mayor de los Taisho levantó una ceja reprobatoria. Tragó saliva y alzó más la barbilla con desdén.

- Y si lo sabe ¿Cómo es posible que se condene a un hombre tan fácilmente con pruebas tan poco fidedignas?

El anciano, quien usaba gafas por su miopía, se las acomodó en las narices con incomodidad.

- Verá señor, nosotros presentamos a la corte lo que encontramos, es el juez quien determina si se es culpable o no...

- A mi me parece que este juicio ya estaba decidido, mi hermano iba a ser llevado a la horca por la mañana, culpable o no- Respondió brutal.

Los hombres se miraron con los rostros tensos e intercambiaron miradas cómplices. Fue el anciano Matsuoka quien finalmente apartó la vista de la de su ayudante y suspiró, desviándola hacia el frío Taisho. Lo cogió de una manga con suavidad y se acercó a su oído.

- Es preferible que hablemos en otro lugar...

Sesshomaru comprendió. Volteó hacia atrás y vio a Sango esperándolo sentada en un banco de madera, un poco más lejos. Bien, ella estaba ahí, Kagome con Inuyasha... y él hablaría ahora claro con estos hombres que parecían querer decirle algo. Siguió al anciano hacia el exterior, estaba atardeciendo, caminaron por el antiguo edificio de piedra y lo rodearon bastante hasta casi llegar a la parte trasera. Allí no había nadie y era el lugar propicio para hablar de asuntos "complicados".

- Diga de una vez qué es lo que sucede- Increpó el mayor de los Taisho perdiendo por completo la paciencia ante tanto misterio. Un segundo más tarde vio a Kouga que se posaba junto al anciano.

- Lo que sucede es que a nosotros también nos parece que el veredicto fue algo...- El ayudante se relamió los labios como si buscara la palabra adecuada pero finalmente dijo la que ya tenía en la punta de la lengua-... precipitado - Vio a Sesshomaru removerse inquieto en frente suyo, pero el hombre no dijo nada, así que prosiguió con su explicación - Es cierto, nosotros mostramos las pruebas que habían en contra de su hermano, aun así siempre pensamos que no eran del todo definitorias... hay algo que me molesta, algo de lo cual no estoy...- Miró de reojo a su superior y se corrigió rápidamente-... no estamos satisfechos... creemos que es una trampa.

Culpable o NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora