Capítulo 21

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Al día siguiente, Atsumu tuvo que ir a entrenar con su equipo y en cuanto terminó, fue hacia el hospital. No sin antes pasar a comprar lo que su hermano le pidió.

Llegó relativamente justo a la hora de las visitas, así que fue al ascensor y siguió subiendo hasta el piso 4. Llego al pasillo que de nueva cuenta estaba recorriendo, aunque esta ocasión tenía como meta la habitación 51, que era más al fondo.

No sé molesto en tocar cuando llegó a la que pensaba era la 51 y se encontró con un anciano que se orino en los pantalones.

Cerró la puerta en seguida y abrió la siguiente, por fin encontrándose con su hermano, justo como lo dejó ayer.

— Hola Samu — saludo con suavidad y le dejo sus compras en la mesita de al lado.

— Tsumu — contesto Osamu somnoliento.

— ¿Sigues con fiebre? — preguntó y se sentó en la cama.

— Creo que sí, no lo sé — respondió.

En ese instante, la puerta de la habitación se abrió y entró el doctor Nomura. Ambos se alegraron de verlo, pero él en cambio, se mostraba serio. En sus manos, tenía un par de papeles que lo más probable es que fueran los análisis clínicos que le hicieron a Osamu.

— Ah... ¿Qué pasa? — pregunto el rubio tratando de romper la tensión del aire. Aunque también por otra parte le dio miedo a preguntar y que la respuesta no fuera una buena noticia. Osamu poco a poco comenzó a reincorporarse y se sentó en la cama.

— Son los análisis que le hicieron al joven Osamu — respondió.

— ¿Y qué es lo que tengo? — preguntó.

El doctor suspiró.

El corazón de ambos hermanos les latía con fuerza y con miedo a la vez, acompañado de una no muy agradable sensación, peor aún con las expresiones del doctor Nomura que indicaban que no serían buenas noticias.

— En el estudio de sangre, salió que tienes un número anormal de glóbulos blancos y pudimos comprobar que lo que padeces es sepsis — respondió. Ambos se quedaron confundidos, porque no sabían qué demonios era esa cosa.

"¿Sepsis? ¿Qué es eso?" pensó Atsumu.

— Perdón mi ignorancia, pero ¿Qué es exactamente eso? — preguntó Osamu. El doctor inhalo profundamente antes de continuar.

— Septicemia es otro nombre para esta enfermedad y ocurre como respuesta extrema y abrumadora a una infección en el cuerpo. En tu caso, debido a la neumonía que tuviste hace dos meses; es la causa más probable de esto.

— Bueno y ¿Cómo se cura? — preguntó el rubio. Esa pregunta de alguna manera tenía toda la esperanza del rubio, puesto que en su mente tenía la idea de que no era nada grave y que pronto su hermano podría ir a vender onigiris en otro partido que tuviera con su equipo ¿no es así? Sin embargo, el doctor bajo la mirada y el rubio comenzó a latirle el corazón lleno de miedo, de nuevo.

— En el caso de Osamu, no puede ser curado, solo tratado si no es que antes él fallece — le respondió. El corazón de ambos se sintió como si le dieran un pinchazo. Toda la esperanza de Atsumu fue destruida en tan solo una oración. Estaba en shock. ¿Qué? ¿Por qué Osamu iría a morir?

— ¿Po-porque? — exclamó Atsumu nervioso. Apenas hace unos días estaba bien.

— La sepsis es una condición que es imprevista y avanza silenciosamente, por lo tanto, es difícil evitarla. Tomando en cuenta eso, si no se trata a tiempo, el paciente puede morir en cuatro días — el doctor Nomura trataba de hablar con calma para no alterar a ninguno de los dos, — si el joven Osamu hubiera venido dos semanas atrás todo hubiera sido diferente.

Dos semanas atrás estaba llegando a la playa con sus amigos, disfrutando de su vida, lleno de ignorancia de que algo vendría a destruirle la vida y esta vez para siempre.

— No entiendo ¿él se puede morir? — preguntó el rubio con el corazón despedazado en las manos. Tsumu se negaba a creer esto. No, debía ser algún tipo de pesadilla.

— La enfermedad está avanzada y es probable que le quede un tiempo limitado de vida

— Entonces ¿moriré? — por fin habló Osamu, quien solo se quedó en silencio tras oír la noticia. Realmente en su cabeza, se culpaba así mismo puesto que si hubiera ido al doctor incluso aunque fuera de Okinawa, tal vez no estaría escuchando esto, ni estando ahí y la historia sería distinta.

— Haremos todo lo posible para que sobrevivas lo más que se pueda — respondió con cierta amargura, — realmente lo lamento.

El doctor Nomura con pena se retiró de la habitación y en cuanto eso pasó, Atsumu se mordió el labio y sus ojos comenzaron a humedecerse. Trato de que ninguna lágrima se saliera de sus cuencas, así que prefirió cerrar sus ojos con fuerza.

Le cayó como balde de agua fría a ambos. Pensar que Osamu tendría que irse para siempre, le dolía mucho al rubio, demasiado. Algunas pequeñas lágrimas comenzaron a salir sin que él lo evitara.

— Te causó muchos problemas ¿no, Tsumu? — murmuró Osamu sin todavía procesar su diagnóstico.

En cuanto a Atsumu, él rompió en llanto cuando escuchó eso.

Le dolía pensar que en un futuro donde su único lazo especial desde el nacimiento fuera roto por la injusta hacha de la muerte. 

𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 //  ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora