Capítulo 16

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Llegaron al hotel que estaba cerca de la playa Manza. Era un hotel inmenso con piscina inmensa y vista al mar.

Las habitaciones asignadas fueron las 234, 654, 65 y 409. A Atsumu y Osamu les toco la 654, por petición de todos, compartieron esa habitación con Sakusa y Hinata.

Los demás se distribuyeron en las habitaciones restantes.

La habitación estaba del lado derecho y quien traía la llave era, por desgracia, Atsumu. Así que la busco en los bolsillos de su pantalón, no la encontró así que se empezó a llenar de pánico.

Osamu y Sakusa se le quedaron viendo, esperando el momento en que se diera cuenta que las llaves las traía en la otra mano. 

Por fin después de tener un ataque de pánico, se dio cuenta por fin y sonrió nervioso. Abrió la puerta, y en estampida, entraron todos a la habitación.

Era un espacioso, tenía tres camas; dos matrimoniales y una individual pegada al balcón. En frente a las dos camas, estaba un par de muebles de madera con la televisión encima.

El baño estaba literalmente entrando a la habitación a la izquierda, después del baño seguían un par de muebles y un refrigerador pequeño con una cafetera encima.

Todos dejaron sus maletas en el suelo. Hinata se acostó en la primera cama y Sakusa encendió la televisión. Atsumu también se acostó en la segunda cama, mientras que Osamu caminó hacia el balcón. Abrió el ventanal y en el balcón había una mesa con cuatro sillas.

El aire estaba fresco y el mar se veía increíble.

— Bueno ¿y qué quieren hacer primero? — preguntó Osamu, al mismo tiempo que regresaba al interior de la habitación.

(...)

Kageyama y Hinata anotaron otro punto. El equipo de Suna y Atsumu iba perdiendo 10-11.

Osamu por su parte estaba en una de las tumbonas cerca de ellos, junto con Aran y Hoshiumi, quienes estaban platicando con él y al mismo tiempo estaban esperando la comida que pidieron: una deliciosa goya champuru.

Sakusa fue al spa del hotel, Komori fue al jardín botánico Dream Center y, por último, Kita, Bokuto y Ushijima fueron a la calle comercial Kokusai-dori, también dijeron que iban a pasar al mercado Makishi.

A Osamu comenzó a entrarle el sueño así que se acomodó en la tumbona, aprovechando que la plática ya era entre Ojiro y Hoishiumi. Empezó a cerrar los ojos, y pronto se quedó dormido.

No duro mucho dormido pues el olor de la comida lleno sus fosas nasales, eso lo despertó. En efecto, cuando abrió los ojos tres platos de goya champuru estaban servidos en la mesa.

Se sentó en la tumbona, pero antes de degustar ese magnífico plato, noto algo en su mano derecha. Una especie de sarpullido rojizo que se extendía desde su muñeca a su dedo del medio.

Lo analizo detenidamente.

"¿Me habrá picado algo?"

— Esta muy rico — comentó Aran mientras se llevaba otro bocado a la boca.

— Ni que lo digas — le respondió Hoishiumi cuando se pasó el bocado.

Sin darle tanta importancia, Osamu también empezó a comer; en efecto, estaba delicioso. Por obra y gracia del espíritu santo, mientras el peli negro Miya comía con tanta euforia, vio que algo comenzó a darle sombra y se dio cuenta de que tenía parado a Atsumu en frente, quien miraba su comida con ojos de borrego a medio morir.

Samu negó con la cabeza y Tsumu hizo una puchero. El peli negro Miya volvió a negar con la cabeza. 

— ¡Ándale! ¡tengo hambre! — chilló el rubio.

— Nadie te dijo que te pusieras a jugar vóleibol en la playa — exclamó.

— Anda, aunque sea un poco — pidió. Samu suspiró.

— Bueno, pues ya que — respondió Osamu y le extendió el plato. A Atsumu le brillaron los ojos antes de comenzar a comer.

Al final, el rubio se comió todo el plato.



𝐂𝐡𝐚𝐥𝐞, 𝐲𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 😔👊

𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 //  ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora