Era un 16 de Noviembre.
(...)
Los días empezaron a pasar y a pasar, Osamu siguió con esa terrible enfermedad que lo iba matando poco a poco a pesar del tratamiento.
La nieve se empezaba a asomar cuando noviembre llegó.
Hacía frío mucho y por esa misma razón, Miya ya no tenía permitido abrir la ventana de su habitación.
Sin embargo, disfrutaba mucho de ver la nieve caer, y ese día no era la excepción.
— Llevo aquí como media hora y tú sigues viendo la ventana — exclamó Atsumu con los brazos cruzados, — ¿ves algo que yo no?
— Solo estaba viendo la nieve — respondió y sevolteó a ver a su hermano. Realmente hubo un cambio terrible en Osamu, estabapálido, tal vez más delgado y tenía unas bolsas negras debajo de los ojos. Susojos claramente mostraban cansancio. Eran alrededor de las 7 de la noche, había cambiado el horario de visitas por el clima ese día.
— ¿Para qué ves la nieve si puedes ver la televisión? — preguntó Atsumu confundido.
Osamu se quedó callado. Miro sus manos, luego de nuevo a la ventana. El rubio arqueo una ceja, pues pensó que lo había ignorado. De nuevo, el silencio reinó en las cuatro paredes. Aunque el rubio si pensaba que su hermano estaba viendo algo, que por lo visto era más entretenido que él.
Atsumu iba a hablar cuando su hermano se le adelantó.
— ¿Eres feliz? — preguntó de repente. Dejó al rubio sin respuesta y habla. Realmente lo agarró desprevenido.
— ¿Qué? — balbuceó.
— ¿Qué si eres feliz? — repitió.
"¿A qué viene esa pregunta?" pensó el rubio con las cejas fruncidas.
— ¿Soy feliz? Pues yo... supongo que si — respondió confundido. No sabía el contexto de la pregunta. Osamu volteo a verlo y le sonrió.
— ¿Te acuerdas cuando dijimos quién de los dos tendría una vida más feliz? — preguntó Osamu mirando a la nada, — fue cuando te dije que dejaría el vóleibol.
Atsumu se sorprendió. No sabía a qué venía tanto ese tipo de preguntas, pero tampoco es que le diera buena espina.
— Si, ¿por qué?
— Supongo que tú ganaras, en todo caso — murmuró, — así que mírame a los ojos y dime que tuviste una vida más feliz que la mía.
El rubio no le contestó, no quería hacerlo y mucho menos si era para decir una cosa como esa. Sentía el corazón acelerado, los ojos comenzaron a humedecerse. No podía aceptarlo. Si pasaba lo que iría a pasarle a Osamu, jamás podría soportarlo. Es como si lo mataran a él también.
— ¿A qué viene eso? ¿Por qué hablas así? ¡Aún sigues aquí y te recuperaras! — habló tomando la valentía para encararlo. Osamu no se sorprendió ni un poco, — y en todo caso, en la muerte es lo último que quiero que me ganes.
Murmuró más para sí mismo.
Inconscientemente, preso de su sentimiento de dolor, soltó un sollozo, pero dejó salir más de esos pequeños sonidos de tristeza mientras que retenía con fuerza sus lagrima aunque fue en vano, porque una vez no pudo con el dolor sofocante de su corazón, salieron disparadas, pero se mantuvo cabizbajo para que su hermano no notara nada de lo que sentía y pasaba..
Se mordió el labio para calmarse e inhalo profundamente.
— Calma Atsumu — añadió el peli negro, — ya no llores.
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𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 // ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔
Fanfiction《Tᴜ́﹐ ʟᴀ ᴏᴛʀᴀ ᴍɪᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴍɪ́. Lᴀ ᴍɪᴛᴀᴅ ϙᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ sᴇʀᴇ́ ʏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴀʀᴇ́》 La portada esta hecha por mí, no obstante, la imagen pertenece a @ cohum20180524