Capítulo 3

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— Te escuchas terrible, Osamu — comentó Aran desde la barra. El mencionado solo se encogió de hombros.

— Solo es un resfriado que se alargó más de lo que debería — dijo con la garganta irritada.

— Estoy seguro de que, si le digo a Kita que estas así desde hace aproximadamente un mes, tomará el primer tren hacia acá y te llevará a rastras al hospital — bromeó el moreno.

Osamu le sirvió lo que él pidió. Un par de onigiris con surimi. Aran le agradeció por la comida.

— Tal vez si tenga que visitar de nuevo el hospital — alardeó el peli negro. Se aclaró la garganta, pero mientras hacía eso, cuando inhalo le dolió el pecho. Como si alguien le apretara los pulmones desde adentro y no lo dejara respirar. Se llevó la mano al pecho por instinto e intento respirar lentamente para que le dejara de doler.

— ¿Osamu? — preguntó Aran preocupado.

El pecho le dejó de doler, pero aun así ahora le costaba respirar.

"Solo falta que tenga náuseas"

Agito su cabeza para despegar todos los pensamientos de su mente y se concentró en atender a su amigo de la preparatoria, quien lo analizaba preocupado.

— No te preocupes, en cuanto pueda iré de nuevo al doctor — añadió y le dio un pulgar arriba.

— ¿Por qué será que no te creo? — susurró para sí mismo Ojiro. Suspiró. Mejor empezó a comerse sus deliciosos onigiris que le preparó.

(...)

Atsumu iba saliendo de entrenar. Le dolían a más no poder los pies y en general todo el cuerpo, pero le agradaba esa sensación así que para él era suficiente. Iba directo a su auto y después de eso, iría a su departamento. Tenía ganas de ver una película que salió en Netflix recientemente.

Llego a su auto, pero sacó su celular para revisar la notificación que le había llegado. En ese tiempo, sus compañeros de equipo también lo alcanzaron.

Hinata estaba hablando con Bokuto y él igualmente habla con él, mientras que Sakusa solamente está ahí escuchando.

— ¡Hasta mañana, Tsum Tsum! — le gritó Bokuto y alzo la mano en forma de despedida. El mencionado se exaltó, que casi tira su celular. Volteo a verlos y les dio una sonrisa serena fingida.

— ¡Hasta mañana, Atsumu-san! — gritó de igual manera Hinata. Sakusa no se limitó ni a mirarlo y tanto él como Bokuto se fueron hacia sus autos, mientras que Hinata fue a quitarle la cadena a su bicicleta.

Atsumu suspiró.

Se enfocó de nuevo a la notificación de su celular.

Se sorprendió bastante al ver que tenía un mensaje de texto y el remitente era Aran.

"Tal vez estés ocupado, pero sería buena idea, ir a ver a tu hermano. Se ve terrible"

Arqueó la ceja, con clara confusión en su rostro.

"Ahora ¿qué le pasó?"

Él tecleo la respuesta que se resumía en un "De acuerdo. Pasare a verlo" y luego abrió la puerta de su auto. Metió sus cosas dentro, después él lo hizo.

"Al parecer no podré ver la película que quería ver"

(...)

Osamu sentía como la sensación de un hormigueo le recorría la piel, como si se tratase de una ola. Iba desde las puntas de los dedos hasta su espalda. Suspiró. Eran alrededor de las seis de la tarde, y él aún no había almorzado. No era la primera vez que no tenía hambre, pero eso solo pasaba cuando estaba enfermo, justo como estaba ahora.

𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 //  ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora