Capítulo 19

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— ¡En mi vida, vuelvo a comer como desayuno zanahoria y luego tomo un Ferri hacia una isla que tarda media hora en llegar! — exclamó Atsumu mientras Aran lo ayudaba a levantarse. Puso un brazo del rubio rodeando su cuello y una de sus manos fue a parar a su cintura.

— Vamos, que hay cosas divertidas que hacer — exclamó Ojiro con una sonrisa.

Era el último día antes de regresar a casa y todos querían aprovecharlo al máximo, en especial Osamu que se había empezado a sentir mal, otra vez.

Los ataques de escalofríos se volvieron frecuentes y más tardado que antes. Las náuseas y los mareos lo mismo, pero quería convencerse a sí mismo que fue debido a que un insecto le picó y no era tan grave.

Respiro hondo y luego fue con sus compañeros.

Como última atracción, estaba la isla de Nagannu, donde podían ir a bucear y hacer snorking. Así que se dividieron para ir cada quien a donde quisiera ir.

Los que fueron a hacer snorking al final fueron Hinata, Kita y Sakusa, quien fue obligado a meterse por que ya habían pagado su entrada. Tardaron alrededor de 20 minutos, tratando de tocar a los peces.

Por el otro lado, los demás fueron a bucear y los primeros que entrar fueron Bokuto, Rintarou y Kageyama. Ellos tardaron más tiempo, pero al igual quisieron tocar los peces y por parte de Kotarou, quería tomarle foto a un arrecife que tenía un monto de peces colores. Se veía precioso.

— ¡¡Nemo si vive en una anemonana!! — exclamó feliz Bokuto al mismo tiempo que corría hacia sus compañeros.

— Anémona — corrigió Aran.

— Quería traerme un Nemo para que me haga reír cuando esté triste — murmuró con una sonrisa suavemente. Los demás se rieron levemente.

Los siguientes fueron Hoshiumi, Ushijima y Aran, quienes regresaron temprano porque un cangrejo le rompió el traje a Hoshiumi y le pellizco la pantorrilla. Por suerte era algo leve.

Los últimos en ir fueron los gemelos y Komori. Osamu pensó que tal vez no sería una buena idea ya que se empezaba a sentir peor. Sin embargo, Atsumu lo arrastró para que se pusiera su traje.

Al final, terminó en el bote yendo al arrecife.

El agua estaba medianamente fría, agradable. Perfecta para Osamu, pues tenía la creencia que en cuanto se metiera en el agua, sus males se irían, aunque el resultado final fuera otro.

Se puso el tanque de oxígeno y a sincronía con Komori y Atsumu, se echó hacia atrás y cayó en el agua. Comenzaron a nadar, hacia donde el instructor les indicaba.

Osamu en ciertas ocasiones veía a Atsumu nadar y le daba risa, ya que parecía un delfín con cruza de manatí cuando nadaba. Los primeros peces comenzaron a aparecer al igual que los corales.

Los rayos del sol pasaban por el agua e iluminaba todo, mostrando un paisaje precioso y esperaban. Más peces comenzaron a salir de sus casas, de diferentes tamaños y colores.

"Como me gustaría tener una cámara ahora mismo" pensó Osamu mientras intentaba tocar a uno.

El instructor les señalo algunos corales, que todos identificaron como los corales que mostraban en el acuario al que fueron, lo mismo pasó con algunos de los peces.

Atsumu le señaló a Osamu una anémona donde tenía varios peces payasos y que la intuición de ambos, le dijeron que tal vez era la misma anémona que Bokuto había visto.

Siguieron explorando por al menos otros 10 minutos hasta que tuvieron que irse. Regresaron al bote, subieron y se empezaron a quitar el traje de buceo.

Cuando llegaron con sus amigos, estos los esperaban para ir a comer y luego regresar al hotel a empezar a empacar.

Fueron a comer mariscos, y luego se tomaron fotos, para que después irse, de nuevo en Ferri. Atsumu compró una bolsa de papel por si le daba náuseas.

Eran alrededor de las 6:30 de la tarde cuando salieron de la isla hacia Okinawa. Sin embargo, durante el trayecto Osamu noto que los sarpullidos comenzaron a salir en más partes, en sus pies, en su cuello, en sus brazos y en su estómago, pero era pequeños.

"Quiero dormir" pensó el peli negro Miya.

Puso sus brazos sobre el barandal y recargo su barbilla en sus brazos. Luego miró el agua azulada que se mezclaba con el atardecer, y como el ferri rompía la misma formación de colores. Ahí se quedó mirando como el sol se hundía el mar hasta que cerró sus ojos por el cansancio.

𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 //  ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora