Osamu recibió una visita que no era la de su hermano.
Era Jomei.
El niño se había enterado que Osamu regresó al hospital y quiso ir a verlo.
— Cuando empiece a ir a la escuela, entraré al equipo de voleibol y jugaré como defensa central — comentó el niño con emoción. Osamu le sonrió.
— ¡Eso espero! Alguna vez iré a ver alguno de tus partidos — respondió, aunque casi se le rompe la voz, pues claramente esa promesa no se cumplirá, pero ¿quién era Osamu para quitarle esa esperanza a su pequeño amigo?
Jomei asintió emocionado.
— También traiga a Suna-san — pidió el niño y Miya asintió. La madre de Jomei le dijo que era hora de irse, pues por fin después de tanto tiempo, Jomei salía del hospital así que se despidió del peli negro para después irse.
Miró su ventana de nuevo, de hecho, como siempre.
Eran alrededor de las 12:47 del día, a principios de octubre. Exactamente el 3.
Sorprendentemente él había estado lidiando con esta enfermedad desde hace un mes y medio aproximadamente; Sin embargo, el mismo doctor se quedó sorprendido por la resistencia de Miya incluso agregó que cabía la posibilidad, una minúscula, pero cabía la posibilidad de que Osamu venciera la enfermedad y pudiera vivir.
Eso fue gratificante para Atsumu, más que nada.
Para Osamu, fue de igual manera, aunque él mismo ya se había convencido de su futuro y también sabía que su cuerpo no era invencible, por lo que por más que su mente quisiera seguir vivo, su cuerpo podría que esté cansado. Muchos factores que afectaban, pero decidió que no pensaría más eso y mejor se echó a dormir.
(...)
La casa de Atsumu olía a quemado.
El rubio llegó con el extintor y apagó el horno, que es donde salía el humo negro.
"Apesto en esto" pensó el rubio cuando sacó del horno su intento de pastel de vainilla.
Ya casi era su cumpleaños y quería sorprender a su hermano preparando un pastel para los dos. Así que vio muchos tutoriales en su celular para aprender a hacer un pastel sencillo de vainilla con merengue y fresas.
Sin embargo, era la tercera vez que se le quemaba y no entendía el por qué.
"Estoy seguro que Samu sabría hacer esto"
Suspiró, pero no se rindió.
Volvió a poner el polvo para pastel en el bol, agregó cuatro huevos, ¼ de leche y un poco de mantequilla. Comenzó a mezclarlo justo como lo había visto en el tutorial.
Una vez la mezcla estuvo lista, le puso mantequilla al molde de pastel que compró y vertió la mezcla ahí, tratando que se expandiera por todos lados.
Antes de meter la mezcla en el horno, Atsumu revisó el horno para ver por qué los anteriores pasteles se quemaron; sin embargo, no notó nada raro hasta que por fin se dio cuenta que lo había puesto tres grados más que los que el video tutorial había indicado.
"Ay, que distraído"
Se rascó la nuca y luego metió la mezcla para que se cocinará en el horno.
(...)
— ¡Feliz cumpleaños Tsum Tsum! — exclamó Bokuto y abrazó al rubio, quien estaba confundido porque a ellos nunca les dijo cuando cumplía años.
— ¡Muchas felicidades Atsumu-san! — ese fue Hinata.
— Gracias — contestó. Sus compañeros le cantaron la canción de feliz cumpleaños, (aunque Sakusa parecía que nada más estaba moviendo los labios para disimular) y luego se marchó al hospital para comer pastel con su hermano.
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𝓤𝓷 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪 // ʟᴏꜱ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ ᴍɪʏᴀ ✔
Fanfiction《Tᴜ́﹐ ʟᴀ ᴏᴛʀᴀ ᴍɪᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴍɪ́. Lᴀ ᴍɪᴛᴀᴅ ϙᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ sᴇʀᴇ́ ʏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴀʀᴇ́》 La portada esta hecha por mí, no obstante, la imagen pertenece a @ cohum20180524