Capitulo 19.

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Richard Parker.
Día 15.

Mi mundo se viene abajo cuándo ella deja de sonreír.

Lo pensé por un momento, y era cierto cuando una persona llega a tu mundo cambia las palabras se vuelven irreversibles te llevan a dedicarte a otras cosas dejas de ser tú, pierdes por un momento tu esencia ya que no está la persona correcta para llenar cada parte de ti incluso si se detiene todo y algunas cosas no estén en su momento lo poco que estaba viviendo con Margoth es lo más dedicado a ser perfecto y es una enseñanza de que algunas veces tenemos que soltarlo todo por amor, y sí bueno amaba cada facción, cada mínima cosa desde lo más necio, hasta lo más inestable de ella amaba, cada cosa de esa chica de ojos color ámbar. No entendí como me comportaba así, pero me sentía frustrado sabía qué no estaba nada bien ha pasado tres días sin verla, aunque eh estado ocupada con lo de conseguir el dinero para mí casa y bueno me falta menos pero es extraño porque no me responde las llamadas, e ido a su casa y no me atienden le eh preguntado a Alice o a Lucas no saben que decirme de ella.

¿Acaso se iría a España obligada?

Moví varias veces la cabeza tratando de que esa idea fuera eliminada pero me tenía de mal humor, los chicos me habían obligado a salir porque creen que eh estado muy desesperado por tres días que no la veo y no... No estoy desesperado sólo que es extrañó que alguien no te de una mínima señal de vida, estábamos en un bar, todos sentados en una mesa del rincón acompañando mis molestias.

— Rich, deberías calmarte un poco tal vez ah estado ocupada— trato de relajar el ambiente William, pero ni le preste atención y di otro sorbo.

— De verdad qué ¿Alice no sabe nada?— pregunto Peter, yo negué estaba inquieto, lo bastante molesto.

— ¿Entonces por su desaparición no vamos a ir a nadar?— puso mala cara Cayden, y se desorden su cabello mientras que tenía su rostro pegado de la mesa, y hay viene a veces mis dudas no se cuál era el más imbécil de mis tres amigos, creo que los tres se llevan el premio.

— Mejor cállense, y además ustedes no estaba invitados.

Todos se callaron, y nos quedamos así en silencio. Cuando pude tener un poco de tranquilidad, cerré los ojos en busca de resolver yo mismo mis problemas suena la campana que está arriba de la puerta que hace entender que un cliente se fue o llegó.. yo seguía ahí entonces como si no bastara.

— Richard, esa no es ¿Margoth?— comenta Peter, solo por mencionar éso  abro los ojos y dirigió mi mirada a una chica que se encuentra en una esquina del bar con el cabello demasiado parecido a Margot Collins, y misma estatura que no evite levantarme y seguir hacia ella.

— ¿Margot?— pronuncie lentamente pero con un tono seguro para que me prestará atención.

Y ella volteó, pero mi asombro fue bastante no era ella pero sus ojos eran idénticos esos ojos color ámbar, esos labios casi rosados, con un rostro un poco más blanco pero era idéntica a ella.
  Viendola como un tonto, me pase la mano por la nunca apenado.

— Disculpa, te confundí con alguien más.

— ¿Eh buscas a una Margot Collins?— su voz es más frágil y delicada que la de Margoth, pero incluso en eso se parece

Asentí, y me senté.

— Sí ¿La conoces?

Ella probó lo que estaba tomando y me volvió a mirar

— Soy su hermana.

Me quedé viéndola y no sabía que Collins tenía una hermana de una forma tan idéntica a ella.

— Un gusto, Richard Parker.— estire la mano.

— Morgan Collins— acepto mi saludo .

— Disculpa, de verdad pero no sabes nada de ella.

— Está en el hospital, tuvo una recaída terrible

Esa enfermedad, ésta acabando con ella.

(*)

Cayden y yo estábamos llegando al hospital había traído a su hermana, acercándose a unas personas la única que reconocí fué a su padre que al verme se levantó y me estiró la mano para saludarlo, estaba cansando se veía peor incluso su piel estaba fría a su lado una mujer de cabello marrón claro, con la misma facciones de Collins, imaginé que era su madre.

— ¿Cómo está ella?— fue lo único que pudo salir de mi boca..

No me dió respuesta, trato de tomar aire como buscando la mejor forma de torturarme y si... Eso estaba haciendo

— Cuando llegó a casa, tuvo una fuerte recaída qué volvió a vomitar y no evitamos e ir corriendo para aca, el doctor me comentó qué está más débil, además la piel entre estos días han aparecido más hematomas y manchas.— cada palabra fue dolorosa como para el y para mí quedé esperando que terminar sus palabras pero de verdad que no me lo esperé— Si sigue así podrían decirle que ya está en estado terminal.

Un dolor se apoderó de mi, volviendo mi respiración más apresurada. No podría ser éso que pueda llegar a ser terminal de verdad que esa forma no debería ser posible, no debería de funcionar de esa manera la chica de ojos color ámbar me sorprende y busca la mejor manera... Creo que está logrando llenarme de un breve temor qué es inestable, tome aliento y no deje de sentirme serio no podía sentirme mal mire de reojo a Cayden y el también estaba un poco sorprendido.

— ¿Ahorita que le están haciendo a Collins?

— Está hablando con el doctor.

— Puedo hablar con ell— el doctor apareció de pronto, con el ceño fruncido pero evite mirarlo.

— A ti es que te quería ver— señalo a mi dirección, estaba impaciente porque me diera aprobación — Quiere verte puedes pasar— asentí y seguí al doctor, subimos al segundo piso y al lado derecho el doctor señaló la puerta, indicándome qué me esperaría abajo.

Tome valor y abrí con mucho cuidado, ella estaba tranquila viendo un libro en su camilla habían varias hojas y dibujos. Su concentración me invadía se veía tan hermosa incluso estando débil ella no tomo mucho tiempo para mirarme, mi rostro estaba serio no creo que podía evitar perderla y se siente extraño tener esa sensación como es ¿Que se le llama? Miedo.. si y Richard Parker nunca sentía éso pero tan solo verla ahí, me nublo.

— Ya es normal, que nuestras citas sean en este lugar.

Ella suspiró, y formó una sonrisa con su labios.

— Supongo qué es más romántico así.— movió los hombros sin importancia, y era cierto estaba muy pálida y su piel parecía una especie de cuadro lleno de colores bonitos.

— Uh pensé qué no te volvería a ver— hice llamar su atención, pero de verdad que ya era obvio que causará dudas y sensaciones extrañas mordí mis labios con mucho enfado culpando ése estúpido tratamiento— De verdad qué no hay otra forma, de que funcione las quimioterapias.

Ella nego varias veces, suspiró— Los tratamientos no están aceptando lo, en mi cuerpo creó que es mejor así.

— No digas eso, además debe de ver una forma.

— Creo que no Richard, si no encuentran una forma me tocará decir adiós y esta vez la última cita será en otro lugar— mientras que dibujaba varias lágrimas salían de su rostro.

Y si...
Hay supe que era sentirse roto por dentro.

Dame 24 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora