Margoth Collins.
El lugar era lo bastante agradable, nos colocamos en una mesa y yo notaba algo extraño mi amiga veía mucho su teléfono. Y no dejando de sonreír.
- Tierra llamando a Alice - moví ambas manos para que por fin notará mi existencia.
Inmediatamente fijo su mirada en mi, colocó el teléfono a un lado.
- Disculpa es que no te conté, estoy saliendo con alguien.- sonrió un poco, yo me quedé asombrada tanto qué no dije nada por un momento.
- ¿De verdad?- alcé una ceja muy interesada- No puedo creer que por fin te dignaras a salir con alguien.
Alice era el tipo de chicas que no quería perder el tiempo en una relación, o que le quitaran la mayoría de tantas cosas que hace. Y no porque fuera una chica fea o engreída, al contrario es muy guapa y una personalidad muy linda.
- Sí bueno, no quiero emocionarme.- movió los hombros indiferente- Sabes que siempre las personas traen muchas sorpresas.- Correcto, pero ¿Cuando lo conoceré?- pregunté.
- Justo ahora.- señaló hacia la puerta, voltee a ver y estaba un chico cabello negro con un piercing acompañando su oreja.
Mi amiga le hizo señas, y el chico se acercó se notaba rudo así como en una banda de motociclista. Mi mirada delató mucho que el mismo estiró su mano para presentarse.
- William Foster. - sonrió un poco- Puedes decirme Will.
Si podía haber visto mi rostro, mi vergüenza fuera aumentado por ser tan indiscreta.
- Margoth Collins.
Alice se arrimo un poco, y el chico se sentó a su lado dándole un pequeño beso en la mejilla. Creo que fue una escena muy dulce solo por ser Alice.
- ¿Pidieron algo?- interesado el supuesto Will, que cuando iba a responder sonó su móvil.- Hola si soy yo, en serio- cómo si lo que hubiesen dicho fuera tan emocionante.
- Está bien, veré si se anima- fue lo último que dijo que tranco.
- ¿Que paso?- contesto Alice un poco desconfiada
- Es qué un amigó tiene una carrera en moto en un par de minutos- movió las manos buscando algo, en cuál saco unos boletos- Toma aquí hay una entrada para ir a su evento.
Sabía que ella me dedicaría una mirada interrogativas que si yo iba, ella iría porque es muy desconfiada . No sabía que decir hasta esperar que el chico volteara a decirme tu no puedes ir solo tengo dos entradas, cosa que no pasó.
- Tú amiga también puede ir, toma.- estiró la otra entrada a mi dirección.
- ¿Dónde es?- fue lo único que pudo salir de mi boca.
- Es cerca de este establecimiento llegaremos rápido si nos apuramos dónde había un viejo taller.-menciono
No había mucha opción, no quería dejarla sola además quería hacer algo diferente.
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Dame 24 Días.
Novela JuvenilJuro qué no te arrepentirás de un nosotros, serás parte de mi igual que yo para ti incluso no sea nuestro momento.