Día 23.Richard Parker.
Mi desesperación me hizo ir rápido al hospital para dejarla allí,cuando llame a su papá mi corazón se estaba sintiendo solo, sentía que mi refugio se estaba apagando y los ojos que me traen calma se iban a cerrar para siempre. Sentimos que amamos al momento de ya perderlo todo, somos pecadores en este gran mundo. Solemos ser incomprensibles en lo que deseamos expresar, sentir o pensar. Por miedo a que "Opine la sociedad" y ¿Saben qué? A la mierda la sociedad, a la mierda que piensen mucho y no sepan nada me sentía mal por no haberla conocido antes y no saber qué sin ella me volvería débil.
Me estaba poniendo la camisa para ir al hospital a estar con Margoth, pero la puerta sonó tan desesperada qué tuve que bajar a toda velocidad al abrirla mi sorpresa fue grande era Morgan y mi miedo se llenó pensé eso que no quería que se mantuviera presente en mi cabeza.
- Hola- dijo, iba a hablar con tanto desespero que me detuvo- Sigue con nosotros pero me pidió que te buscará para que fueras a su lugar especial.- Dijo con un pequeño suspiro- Ve por ella y llévala tan lejos y dale su momento feliz- se alejó de mí, y se fue a otra dirección.
Tome mis llaves, y inmediatamente subí en la moto para así llegar el tiempo se estaba acabando tan rápido que primera vez sentí miedo..
(*).
Estaba llegando, y esta vez ese lugar que una vez me daba felicidad se estaba consumiendo no era ese antiguo lugar que al ir con mi madre me daba felicidad, y cuando la lleve a ella. Ahora era un lugar con distintos colores pero está vez no brillaban sólo quedaban colores tan opacos que daba tristeza y en medio del gran "Encuentro" su sonrisa invadió mi sonrisa se encontraba con una camisa amarilla corta hacia visible sus hematomas, y su piel ya era más que pálida era frágil. Pero no perdía su belleza, me bajé y me acerque a ella.
- Ya estaba empezando a gustarme tener citas contigo en el hospital.
- Era hora que saliera de allí para siempre- me dedicó una sonrisa de esas que me gustan- Quiero bailar aquí- señaló la puerta del establecimiento- Y sea nuestra canción y la que permanecerá para nosotros infinita.
Cada palabra estaba hecha para destruirme, la tomé de la mano y entramos había varias personas pero hablé inmediatamente con mi viejo amigo que era encargado de todo y me permitió lo qué tanto deseaba un momento a solas para el encuentro.
Ella y yo simplemente eso hizo nuestro momento perfecto, coloqué esa canción que supe que al verla iba a caer en el fondo porque la única razón de todo era Margoth, la tomé de la mano y me sentía en la nubes nuestras miradas se notaba más que química empezamos a bailar al mismo tiempo que la música, recorrió el lugar tanto pensar que nadie se convertiría en alguien tan importante y mira estoy aquí junto a ella bailando la pegué a mi pecho y pude sentir su respiración tan lenta.
- Gracias por hacerme tan feliz.- susurro dulcemente.
- Creó que te mentí, al decirte qué ya estaba listo en que me partieras el corazón - respire hondo evitando llorar, y seguí dándole un par de vueltas- De verdad qué has logrado lo que muchas no han hecho conmigo, como pretendes que te olvide.- mi pulso se aceleró y la tomé más fuerte ella me abrazo y sentía que entre tantos suspiros, varias lágrimas caían.
- Nadie nos enseña qué a veces hay momentos en la cual nos toca perder a alguien.
No aguanté y la besé, besando esa parte dulce de ella, besando su locura y las veces que hacía qué me alterará junto que me daba miedo cuando se encontraba en un hospital ella tomó mi mano y me dirigió a la moto señalando, y que se coloco él casco.
- Quiero manejar- Dijo con mucha confianza.
- Estás loca señorita Collins.- la mire divertido, y me Cruze de brazos.
- De verdad dejame hacerlo.
Lo pensé y acepté, ella se colocó adelante y yo me puse atrás tratando de ayudarla cuando me acomode. Ya había acelerado me sorprendió tanto que lo hacía de tal manera sin dificulta.
- Tú no que no ¿Sabías manejar?
- Hay muchas cosas qué practique para estar lista a distintas situaciones- menciono.
En medio de esa carretera, teniendo un rumbo fijo y solo éramos nosotros sin importar nada, sin importar nadie éramos objetivos puros para ambos qué el silencio nos acompaño esa tarde llevándome a dónde tuve el deseo de enamorarla y qué consideré que sería feliz conmigo. En los girasoles, dónde yo jure que la iba a querer sin que ella supiera, que sería ese gran amor que todo el mundo notará. Siempre sería ella y por mucho que cueste siempre sería la chica de ojos color ámbar no detuvimos, se quitó el casco igual hice lo mismo y me tomo de la mano. La lleve a sentarnos en unas bancas a admirar la puesta de sol dónde sabía que le encantaría, mientras que veía todos esos girasoles la veía de reojo y se notaba tranquila, llena de calma y mucha paz.
- Estar aquí se convirtió en mi lugar feliz para siempre- comentó, para después mirarnos fijamente- Gracias Parker, por enamorarme en tan sólo 24 días.
- Pero todavía no hemos cumplido el día 24.- le corregí tratando de controlar mi respiración.
- Es cierto, pero sólo quería qué cuando no esté te entregarán algo.
- Vaya que sabes hacer de las tuyas- sonreí.
- Aprendí del mejor, pero quiero que me prometas una última cosa..- asentí, y ella continúo- Prométeme qué conocerás a alguien, y en cuando estés completamente seguro la llevarás aquí porque mereces ser feliz incluso no esté aquí.
Me mordí el labio negando esa situación, como podía que le prometiera éso no sabría porque me la pone tan difícil
-¿Me lo prometes?- volvió a preguntar ella.
- No creo que consiga a alguien como tú Margoth, pero si logró conocerla la llevaré y le contaré cómo logré enamorarme de ti- le aseguré, su sonrisa se iluminó y me dió un beso grande y si que sentía estar en las nubes.
- Te Amo Richard Parker.
Nos mantuvimos en calma y ya sabía que había perdido y sabía que era que te rompieran el corazón, no me arrepentiría que fuera ella.
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Dame 24 Días.
Novela JuvenilJuro qué no te arrepentirás de un nosotros, serás parte de mi igual que yo para ti incluso no sea nuestro momento.