Capitulo 23.
Richard Parker.
Día 20.Me encontraba recorriendo la carretera sin rumbo o tal vez sí, ella no tenía ni idea a dónde quería llevarla simplemente su calma producía emoción tenía preparado todo estaba cayendo la noche y el viento se volví más fuerte pero solo tenía una cosa en mente: Hacerla Feliz.
Y sí me había enamorado completamente de la chica necia de ojos color ámbar era mi delirio, no podía evitarlo su sonrisa, sus ojos, cuando está enojada, hasta cuándo está triste me había enamorado de ella, incluso si no es el momento adecuado, no es el día y tal vez no el mes pero había caído, en sus finos labios y su dulce voz.
Ella creía que yo no lo había escuchado, pero si supe la verdad y me dolía demasiado pero sabía que Collins no había cumplido su tratamiento ¿Porque? Incluso intenté evitar el tema pero el nudo en mi garganta fué tan desagradable estaba bajando la velocidad ya estábamos llegando, Margoth seguía aferrada a mí con sus ojos cerrados pero al notar que ya estábamos frenando volvió su vista a la realidad estábamos en la playa y estoy loco por llevarla aquí y estará mal por su estado, pero deseaba que entendiera que incluso así, yo quería pasar sus últimos días con ella.
— Tengo varios años sin saber lo que era ir a la playa— su sonrisa se volvió melancólica y no apartaba su mirada del océano.
— Bueno ya estamos aquí, hora de disfrutar y sentarnos en la ar.. — no dejo que terminara cuando salió corriendo hacía el océano, lanzándose y me quedé viéndola como un tonto y me apresuré a bajarme.
— Tienes que tener cuidado tampoco puedes lanzarte de tal manera— me quejé colocando las cosas que tenía en mi bolso.
— No seas tan serio, además el agua está fantástica.— dijo burlándose y sin dejar de reír.
Voltee a su dirección, me apresuré a quitarme los zapatos y me lance al océano empezé a jugar con ella, mojando su piel, aunque se le remarcaban los moretones, y cada mancha roja que hizo qué la admirará incluso si la noche se vistió de colores oscuros pero con el brilló tan esencial de la luna, Margoth noto mi mirada y se sobó lentamente su brazo.
— ¿Desde cuándo no usas el tratamiento?— pregunte llamando su atención y marcando la tristeza en mí, su mirada cambio y movió la cabeza repetitivas veces como buscando la solución en sus palabras.
— Realmente nunca use el tratamiento.
— ¿Porque?
Estábamos viéndonos de tal manera, que aunque las olas pasaban seguíamos manteniendo la valentía, o quizás no tener miedo de gritar.
— Yá viví mi momento.
— Como puedes decir que viviste tú momento cuando te falta mucho por recorrer.
Comenzó a sonreír, y me tomó con demasiada sorpresa esa expresión dando mucho que pensar y a su vez no comprender, porque ella siempre fue así extraña con sus pensamientos.
— Si supieras qué empecé a vivir cuando te conocí, y déjame decirte que me has dado los días llenos de grandes sueños increíbles.— Mordí mi labio inferior con cierta diversión incluso si sus palabras eran lo bastante fuertes para derrumbarme.
— Collins me duele decirlo pero ya estoy preparando.— me mantenía de pie, tratando de ser firme.
— ¿Preparado para que Señor Parker?— Cruzando de brazos.
— Para que me rompas el corazón.
Dije nadando y con el sentimiento de hundirme hasta lo más profundo.
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Dame 24 Días.
JugendliteraturJuro qué no te arrepentirás de un nosotros, serás parte de mi igual que yo para ti incluso no sea nuestro momento.