Capitulo 20

55 7 3
                                    



Margoth Collins.
Día 16

Después de todo lo que estaba pasando no me sentía nada orgullosa, cuando supe que mi hermana y mi madre vendrían me dió un revuelo, enojo, miedo y desagradó aunque sea "Mi familia" de igual manera todo lo que eh pasado con mi papá ya era suficiente el y Richard... Eran lo único que tenía y consideraba así, sin importar tan duro que sea pero lo veía de esa manera de que sirve que traten de arreglar todo si ya estaba dañado no había forma ni método de arreglarlo, no de mi parte.

Flashback.

Tu hermana quiere hablar contigo.— menciona el doctor con gran emoción, sabía la situación en la que estábamos como para emocionarse dé esa manera.

— No quiero verla— me voltee dando la espalda.

— No seas tan dura, ella se preocupó con tú recaída— quería hacerme sentir culpable pero no me importaba, señalé mi dedo y seguí así.

Escuché la puerta abrirse, y supe que mi decisión no fue aceptada que era mejor éso que evitar lo que sentía.

— Hola— esa voz, seguía escuchando se, igual aunque ha pasado mucho tiempo me dió una extraña sensación pero no quería tener un contacto con ella.

— Se qué no soy bienvenida— vuelve a decir.

[Y estás en todo lo correcto] lo pensé

— Pero quiero que sepas que de verdad me pone mal, que estés así y qué todavía no me hables— trato de buscar lastima en sus palabras para que yo la perdonará,pero la única respuesta o gesto que pude hacer fue voltearme y observarla.

Siempre seremos una copia distinta a la otra, ella con más color y yo un poco más oscura. Siempre siendo distintas pero con muchas facciones iguales, eso hacia que mi estado de ánimo cambiará mi concentración y nuestras miradas se mantenían.

— ¿Algo más?— alzó una ceja encontrando sus dobles intenciones.

— Margoth no seas así conmigo, estaba más pequeña no quise evitarte de ese modo es solo...

— ¿Es solo qué?— la interrumpí, dije lo más firme posible ella volvió a caer en mi mirada y eso era otra cosa que no nos parecíamos, en situaciones difíciles yo era más fuerte y ella lo que hacía era llorar— De verdad no me interesa, pero lo que paso me hace entender que no quiero volver a verte.

— Pero somos hermanas— gritó con lágrimas en sus ojos.

— Igual, té quita el derecho de tu traición.— fui firmé, hice actitud en mis palabras aunque me costarán fueron pocos minutos que duró allí para después salir de la habitación y dejarme.

Fin del Flashback

Estaba terminando de hacer unas cartas que tenía planeado dársela a Richard, me sentía bien en tenerlo en mi vida de estar cerca de él, incluso nuestra "relación" no es concreta o tiene un título como tal pero éso es lo de menos, a veces es mejor no ponerle nombre a algo porque es tan libre que nuestra imaginación que es mejor, que piensen lo que quieran.

Con ser nuestro y qué nosotros entendamos todo es suficiente.

Vaya qué en estar con su apoyo me ha hecho cambiar, y con respecto a mis amigos me hace comprender y entender muchas cosas más, a veces creemos conocer a las personas y resulta qué ni sabemos nada, ha estado conmigo Bea que se volvió mi cómplice, que Alice no ha pasado por el hospital ni me ha llamado... Nunca la culpare porque tiene derecho de vivir pero sí, por abandonar me a veces la necesito pero su felicidad ya es otra elección que no es mala.

Seguía escribiendo, cuando el sonido de la puerta me desconcentró y pensé que era mi papá. Subí la mirada y me encontré con los de mi mamá, no quería hablar tampoco con ella así que seguí mi vista en mi cuaderno.

— Quiero hablar contigo.

No respondí, estaba esperando cuál era el drama esta vez, siguió.

— Estube hablando con tu padre, y de verdad que hemos decidido darnos una oportunidad— tomo mi sorpresa, y dirigí inmediatamente mi mirada a dónde ella se encontraba— Queremos apoyarte, y de verdad qué deseamos estar como una fa...

— No digas esa palabra, tú no sabes realmente su significado— la interrumpí, y ella quedó callada allí— Ya ¿no tienes dinero?— le pregunté.

Su rostro estaba sorprendido, incluso en su vida jamás pensó que yo le respondiera de esa forma pero son tantas situaciones que se porque lo digo siento odió, es terrible sentirme así pero siento que era momento de decirle.

— No tienes derecho de hablarme así, sabes que yo soy tu madre..— se paró con firmeza, haciéndome reír que causó ese momento incómodo en esa habitación.

— ¿Ahora así eres mi madre?— ella seguía en silencio sin expresión alguna— No seas tan sinica, recuerdas eso que me habías hecho que hicistes antes de irte, antes de que..— trate de buscar las palabras, evitando sentirme mal y apretando mis puños con fuerzas— Ah si, tener una hija enferma que madre hace éso ¿Dime?.

— Estaba más joven y necesitábamos éso.

— No hay excusa, yo no quería y por tu culpa— la señale, sosteniendo mi valor— Está enfermedad me atacó peor, eres tan retorcida qué me alegre por un instante no ver tu terrible cara jamás en mi vida.

Sentí que una mano iba a mi dirección, pero no sé cómo pude y tome fuerza para detenerla. Ella quedando allí estática, iba a pegarme sabía que estaba sacando su terrible genio, ese que siempre se encontraba ocultó y que nadie debía prestarle atención.
Me dolía mucho mis brazos, y sentí que me debilitaba por dentro pero aguanté y su brazo se quitó.

Ya no puedes hacerme lo mismo, no soy esa niña qué se dejaba lastimar por ti— la mire mal y ella salió de la habitación, hecha una fiera y yo comenzando a temblar por tanta presión. Pude decirle cómo me sentía. El miedo se apoderó de mi, quería estar con el lo necesitaba y era en serio.

Dame 24 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora