capítulo II: chico misterioso (Editado)

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ALICE

Estamos en la discoteca y yo ya tengo 80% de alcohol por mis venas, ahora mismo estoy en la pista moviéndome sintiendo la música, muevo la cadera de un lado a otro, siguiendo mis pasos con las manos en movimientos delicados. Se me pega un hombre que de momento no le veo la cara ya que está detrás mío, giro suavemente la cabeza, y el chico no está nada mal, es 15cm más alto que yo, los ojos que no puedo diferenciar el color gracias a las luces de la discoteca, pero puedo notar que me observa con deseo y para que mentir, se que formó ese sentimiento en los hombres y algunas mujeres. Me sujeta las caderas con sus manos que tienen un tamaño demasiado grande comparado con mi cadera, me pega a su cuerpo y yo me muevo con sensualidad sin despegar mi cuerpo del suyo.

Siento como se forma la erección dentro de sus pantalones negros, gracias a mis movimientos que no pienso parar hasta que el me lo diga. Acerca su boca a mi oreja y me susurra:

-Preciosa, me estas volviendo loco- con tono sensual.

-Ya, lo noto- digo, guiñándole un ojo.

Se pone frente a mi, me vuelve a pegar con su cuerpo y yo empiezo a moverme, entonces el pone sus manos en mi cintura y estampa nuestros labios en un beso con deseo y salvajismo. Entonces baja sus manos y las coloca en mi trasero, lo apreta sin separar nuestros labios, subo las manos a su pelo y lo agarro con fuerza.

Se separa de mí y me dice:

-Vamos preciosa, me tienes tan duro que voy a romper los pantalones-dice con una voz ronca que al principio no note por la fuerte música.

-A donde vamos, chico misterioso, ¿acaso quieres follarme?-digo juguetona.

-Y tanto preciosa, espero que te guste lo duro porque yo no hago el amor, yo follo pequeña-dice con el ego alto.

-Cariño, yo follo, a mi no me follan, pero puedo hacer una excepción-digo sinceramente.

Entonces el me engancha a su hombro y quedo como un saco de patatas, levanto la mirada y veo a Hana mirándome con el ceño fruncido a lo que yo le giño el ojo juguetona, desaparece de mi vista y veo que entramos a el baño. <Que cutre follar en el baño>.

Ya lo sé, pero bueno que más da ahora vamos a divertirnos. El chico me baja colocándome en el lava manos, y al sentir el frío en el culo me estremezco, hasta que vuelve ha besarme con el mismo deseo de antes y vuelve a agarrarme el culo pegándome a su erección, va subiendo su mano de mi tobillo hacia arriba haciendo que se me pongan los pelos de punta. Entonces llega a mis bragas de encaje las mueve a un lado y empieza a formar círculos en mi clítoris, introduce dos dedos en mi interior sin dejar de hacer los círculos haciéndome gemir. Se le levanta la comisura derecha, bajo mis manos a su pantalón, desabrochándolo y dejando a la vista su miembro duro haciéndome tragar saliva, agarro el falo y subo de arriba a bajo masturbando lo. Vuelvo ha gemir y el jadea, se pega más a mi y saca sus dedos de mi interior.

-Prepárate preciosa, porque no pienso ser suave-su voz se ha tornado más grave.

-No intento que lo seas cariño, así que ¿a que esperas para follarme como quieres, chico misterioso?-digo a modo de respuesta.

El asiente y introduce su miembro de una estacada, haciendo que mi pelvis se eleve encantada por el placer que este le está dando, sigue con sus movimientos jadeando y haciéndome gemir de placer, siento que estoy a punto de llegar al orgasmo.

-Estás tan mojada... -dice entre jadeos.

Coloca sus manos en mi trasero apretándolo y haciendo que sus movimientos sean más duros y más placenteros. Le arranco la camiseta.

<Joder, está cuadrado>

Le clavo las uñas en los pectorales haciéndole saber que esta mierda me está encantando. Él jadea al clavarle las uñas y aumenta la velocidad. Yo ya estoy que no puedo más y puedo notar que él también, entonces los dos gemimos de placer al llegar al orgasmo juntos, haciéndome sentir que nos hemos dado el placer que queríamos.

Me bajo de donde estaba, me coloco el vestido, me subo las bragas, reviso mi maquillaje en el espejo y suelto mi pelo. Porque gracias a la follada que he tenido mi coleta está hecha un desastre. Me encamino a la puerta, no sin antes darme la vuelta y observar al chico que seguramente no me acordaré de su existencia mañana.

Le guiño y le digo - Gracias por la velada chico misterioso. -

- Ha sido un placer preciosa - dice y me responde al guiño sensualmente.

Entonces empiezo a sentir que me mareo, tengo que cogerme al pomo de la puerta para sujetarme porque estoy perdiendo el equilibrio y cuando estoy apunto de caer el chico misterioso me sujeta, le iba a responder hasta que mis ojos se cierran y me termino de desmayar en los brazos de este chico.

¿Podremos amarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora