capítulo XVII: hasta que tu caigas

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dos semanas ya viviendo juntos

ELIOT

La verdad, pensé que sería más incómodo vivir juntos, puesto que no nos conocíamos, aún me faltan cosas que quiero saber de ella. No sé porqué, nunca me había pasado eso de querer saber todo de una persona, ya que pienso que cada uno cuenta lo quiere de su vida. Pero realmente quiero saber más de ella, no es que me valla a enamorar ni nada por el estilo, solo quiero saber cuales son sus cosas favoritas y así conocerla. Se muy pocas cosas de ella, la primera es que esta estudiando el segundo año de literatura, por lo que me dijo tiene veinte años, ya que después de hacer bachillerato de letras se quedó un año de descanso y luego se metió en la universidad (literatura), lo segundo es que por lo que he notado no tiene mucho contacto con su familia, digo no mucho por no decir nulo y la última cosa es que AMA dormir, se pasa el día durmiendo, menos cuando yo la despierto tirandole agua o cosas así.

No es que esté muy sorprendido con Alice, ya que son las 9:30am y sigue dormida profundamente, yo ya he salido a correr, he comprado el desayuno,  inclusive ya termino de preparar la jugarreta. No es muy dura, solo quiero hacerle una foto mientras duerme, torturarla un poco con ella. Podría ponerla por las calles.

Entro sigiloso a la habitación, aunque no hace mucha falta ya que Alice aunque le caiga un tanquer encima no se despertaría. Me permito detallar por completo el lugar.

Me muevo hasta quedar enfrente a la grande biblioteca, es muy bonita; tiene unas pequeñas luces como las que se ponen en el árbol de Navidad pero estas son de un color amarillento, noto que es muy ordenada, ya que los libros están colocados para que queden bien y algunos están volteados para dejar a la vista su portada.

Voy ahora al escritorio, es de madera blanquecina, tiene unos cuantos folios esparcidos por la gran madera, dibuja realmente bien, no sabía que ella dibujaba, no la imaginaba así.

<normal, apenas la conoces idiota>

Ya, pero pensaba que ella con ese carácter y su forma de ser no haría cosas tan parecidas a las mías, puesto que yo también dibujo, no muy seguido pero lo hago. Claramente no sé me da tan bien como a ella pero obviamente no se lo voy a decir, porque seguro que eso solo le aumentaría el ego.

Sigo observando la habitación y paro mi vista en la enorme ventana; su marcó es de madera del mismo color que el escritorio, tiene un atrapa sueños muy bonito colgado en una esquina, de la ventana sale una pequeña valla donde hay unas macetas con flores y plantas preciosas.

<como la dueña de ellas>

Ignoro mi propio comentario, me premito recorrer con la vista su rostro dormido. Se le ve tan tranquila, sus labios carnosos están entre abiertos, su cabello de color oscuro está esparcido por las sábanas azules cielo.

Saco mi móvil para capturar su rostro, supuestamente para la jugarreta pero retiro la idea cuando logro hacer la foto.

Se ve hermosa, toda ella.

Volteo sobre mis talones y salgo de la habitación para preparar el desayuno, limpiar un poco la casa, levantar a la fiera y esperar no morir en el intento.

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ALICE

Terminó de despertarme limpiando mi rostro y secarlo con la pequeña toalla que se encuentra en el baño.

Me dirijo a la cocina/salón, no puedo evitar percatarme de las vistas. Eliot está en la cocina preparando no se el que, lleva unos pantalones negros de pijama por sus rodillas, su espalda está al descubierto permitiéndo que se pueda ver como sus músculos se contraen al hacer algún movimiento, de pronto siento humedecer y con buena escusa. Tengo a un jodido dios en mi cocina.

¿Podremos amarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora